Apr 6, 2022

Explorar los alrededores de Cataluña te sorprenderá, sobre todo si ves una ciudad como Tarragona. Al explorar las calles de este municipio y sus lugares imprescindibles, estarás paseando por una de las principales ciudades de la Hispania del Imperio Romano.

Aunque podemos destacar un buen número de lugares que visitar, por tamaño no podemos comparara a Tarragona con Barcelona (qué ver)Madrid o Sevilla, aunque sí en atractivo turístico.

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La mejor manera de ver y visitar Tarragona: hacer un free tour

Los free tours en Tarragona ofrecen la posibilidad de conocer la ciudad de una manera amena y entretenida junto a un guía local. Es una de las formas de descubrir un nuevo destino que más éxito tienen actualmente entre los viajeros de todo el mundo.

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¿Qué ver en Tarragona en 3 días (un fin de semana)?

Tarragona es una de las ciudades con mayor encanto de España, su casco antiguo contiene unas ruinas arqueológicas romanas que han sido declaradas como Patrimonio de la Humanidad. Además de sus principales monumentos, su ambiente mediterráneo contiene espectaculares playas. Atrévete a perderte entre sus calles, repletas de monumentales edificios históricos de la Edad Media.

Ten en cuenta que si quieres visitar todos los lugares imprescindibles de Tarragona a fondo, es posible que en 3 días no te dé tiempo. Pero no te preocupes, siempre es bueno dejarse algunos rincones por descubrir para la próxima vez que vuelvas a la ciudad catalana.

1. Rambla Nova

La Rambla Nova es popularmente conocida con el nombre de «La Rambla»​. La historia de este lugar se distribuye entre dos importantes puntos bien diferenciados: la «​Font del Centenari»​ y el «Balco del Mediterrani»​, en castellano, respectivamente, la Fuente del Centenario y el Balcón del Mediterráneo. Lo primero con lo que nos toparemos es con la parte baja de la Rambla, que comienza en la Fuente del Centenario.

Desde la Fuente del Centenario, la parte baja de La Rambla va hasta La Plaza Imperial. Sin embargo, este último lugar es muy reciente, por lo que no forma parte como tal de la historia de La Rambla tarraconense. El origen de este importante punto se dio en el año 1854. A lo largo de este año, tanto la demografía como la economía de Tarragona comenzaron a crecer. 

La ciudad, de gran importancia en el Imperio Romano, solía estar amurallada. Con el mencionado crecimiento de 1854, dichas murallas deben derrumbarse. La muralla de San Joan, que era su nombre, se derrumbó para permitir que la ciudad pudiera urbanizarse y, de ese modo, con la construcción de esos nuevos edificios, se desarrolló a muchos niveles.

Además de la construcción de la Nueva Rambla o «Rambla Nova», se proyectaron varias nuevas calles, de modo que se consiguiera unir dicha parte baja con la parte alta de la rambla. Esta parte alta era el lugar de residencia de la nobleza, de los payeses, de los eclesiásticos y artesanos. Sin embargo, la parte baja, que en la actualidad se llama «El Serrallo», también solía recibir el nombre de Barrio de La Marina.

Fue en la zona de la parte baja, ahora unida a la alta, donde se construyeron varios talleres que pertenecían a la burguesía, a la gente de mar como los pescadores y un sinfín de comercios diferentes. No obstante, en el proyecto de la Nueva Rambla se albergaron también nuevos lugares destinados al ocio de los tarraconenses. Por ejemplo, se construyeron cines, sociedades culturales, hoteles que más tarde fomentarían el turismo de la ciudad, teatros e instituciones educativas de diferentes niveles.

¿Qué ver en la Rambla Nova?

La evolución de La Nueva Rambla ha sido sucesiva. Cuando se construyó, no estaba pensada para todas las tiendas, lugares y distintos comercios que hoy se instalan en este lugar. A pesar de ello, en la actualidad nos encontramos con bares, heladerías, tiendas, bancos e incluso viviendas de alto standing.

Con respecto al monumento de la «​Font del Centenari», cabe añadir que se instaló en el año 1954. Por tanto, se instaló en sus inicios, ya que lo que se quería conmemorar con dicha fuente era el inicio de su construcción, que había tenido lugar justo un siglo antes, en 1854. La fuente cuenta con cuatro esculturas que hoy en día hacen referencia a los cuatro puntos cardenales. No obstante, no siempre ha sido así, pues en sus inicios se crearon para representar los cuatro continentes. Más tarde se cayó en la cuenta de que había cinco continentes y por eso se le cambió el significado. Las cuatro esculturas son de Vidomalt.

En la Rambla Nova también podemos encontrar la Estatua de los Desnudos «​Estatua dels Despullas». El creador fue un escultor de Tarragona llamado Julio Antonio. Se colocó en la Rambla Nova en el año 1931 para conmemorar a todos aquellos soldados que durante 1811, en la Guerra del Francés, perdieron la vida. Por desgracia, la muerte del escultor fue prematura y no pudo verla finalmente colocada. A la inauguración de la estatua fue su madre en su lugar, la Reina Victoria Eugenia, y dicha inauguración fue presidida por ella.

Si seguimos caminando por la Rambla Nova, también nos encontraremos de frente con el Teatro Metropol, que está construido sobre lo que solía ser El Patronato Obrero. El teatro fue construido por el Arquitecto Joseph M. Jujol en el año 1908. A lo largo de los años ha sufrido diversas restauraciones, siendo la última en el año 1995.

Por último, al hablar de la Rambla Nova también queremos hablarte de un banco muy especial. Lo verás a lo largo del paseo y en él estará sentado un abuelo con un sombrero y un bastón, un señor mayor que no se levanta nunca y pasa ahí permanentemente sus días. ¿Sabes quién es? Se trata nada menos que del Historiador Josep Pao Virgili Sanromá, a quien se le construyó dicha estatua. Este periodista, nacido en 1895, era un personaje muy curioso en Tarragona, donde se le conocía como Avi Josep, quien todo lo quiere saber y quien todo lo anota.

2. Balcón del Mediterráneo

Todo aquel que va a visitar Tarragona mete en su lista este emblemático lugar de la ciudad. El Balcón del Mediterráneo, tal como te hemos comentado anteriormente, está situado al final de la Rambla Nova. Si te preguntabas qué hacer en Tarragona, no te puedes ir sin hacerte una de las fotos más relajantes, hermosas y conocidas del lugar. El balcón está situado sobre el mar Mediterráneo y tiene nada menos que 40 metros de altura.

El balcón es un lugar realmente agradable y una de las mejores experiencias que te aportará Tarragona durante tu visita. Cuando llegues a la barandilla de hierro que delimita el balcón, te recomendamos pararte a disfrutar de esas vistas tan deleitables, pues pocas veces podrás tener una visión tan bella del mar desde las alturas como la vas a tener ahí, desde ese mirador. Por otro lado, aprovecha para pararte a observar la estatua de Roger de Lluria. Esta persona fue un navegante catalán muy reconocido, de ahí que se le construyera una estatua justo en este lugar.

Además, puedes aprovechar para cumplir una de las tradiciones más características de los tarraconenses. Estos siempre se paran a tocar el hierro de la barandilla del mirador, o como ellos dirían, se paran a «​tocar ferro». La razón de por qué lo hacen es que esta tradición les trae mucha prosperidad, así como buena suerte en todos los sentidos. Creas o no en esta clase de tradiciones, sin duda el Balcón del Mediterráneo es uno de los lugares turísticos más fundamentales de tu visita a Tarragona. Cada día, acoge a cientos de turistas y de personas locales que van a visitarlo y que se quedan posteriormente encantados, tanto por la indiscutible belleza del lugar como por el ambiente que hay en él.

Además de visitar el mar, cuando estés en el balcón podrás visualizar el Anfiteatro Romano, del que te hablaremos en el siguiente apartado, el precioso puerto, la famosa playa de Miracle, a la que también te recomendamos ir, y como no podía ser diferente, también verás todo el largo de la Rambla Nova. En los alrededores de este balcón encontrarás terrazas, bares y restaurantes para todo tipo de gustos y de visitantes, sin importar si vas solo, en pareja o en familia; o si vas de día o de noche. Tu visita será siempre tan relajante y desestresante como agradable para el cuerpo y para tus ojos. ¡Te encantará!

En definitiva, el Balcón del Mediterráneo es un punto tarraconense muy querido por todos, tanto por los turistas, que siempre repiten, como por los propios habitantes de la ciudad, que acuden a relajarse y a recoger un poquito de suerte tocando el hierro. Hay quien cuenta que cuando el día está lo suficientemente claro, se puede ver la curvatura del planeta desde el mirador. ¿Será cierto? ¿Serás tú quien tenga la suerte de comprobarlo durante tu visita? ¡Ve a probar!

3. Anfiteatro Romano, uno de los mejores lugares que visitar en Tarragona

El Anfiteatro Romano es uno de los monumentos históricos más importantes de Tarragona, además de ser uno de los que podrás ver de lejos desde el mencionado Balcón del Mediterráneo. Se levanta de forma espectacular en el Parc del Miracle, una zona verde que también merece la pena visitar en sí misma y que cuenta con un gran ambiente los fines de semana y los días de sol. El Anfiteatro romano es una de las muestras de la importante presencia de los romanos durante el tiempo que perduró el Imperio. De este modo, este edificio fue el que completó la trilogía de edificaciones que debe tener una ciudad romana de primer nivel. El conjunto de edificios dedicados al ocio del público debía contener un teatro, un circo romano y por último, el anfiteatro. 

El Anfiteatro Romano de Tarragona está construido a las afueras del núcleo urbano, en un espacio que antes había sido utilizado como área funeraria. Si bien, este monumento se sitúa muy cerca de la ciudad. Además, ese lugar de construcción no se proyectó al azar, sino que se eligió porque estaba muy cercano a la vía Augusta justo antes de que se metiera en plena ciudad, así como muy cerca de la playa del Miracle. Este último factor contaba con una gran relevancia, pues ten en cuenta que de esa playa era de donde se sacaban los animales que posteriormente participarían en los espectáculos.

La razón por la que se construyó cerca del mar también atiende a que era la zona de más fácil acceso para el público que solía asistir, al estar en la zona baja de la ciudad y al encontrarse situado en una pendiente muy pronunciada. Dicha pendiente se utilizó además para crear las gradas del Anfiteatro, aprovechando la roca previamente existente. El Anfiteatro era de gran tamaño, por lo que también había zonas en las que era imposible aprovechar la topografía del lugar. En esos casos, las gradas se levantaban sobre bóvedas.

Para la construcción de las diferentes partes del Anfiteatro se utilizaron tanto grandes sillares de piedra como hormigón como material principal. Igualmente, se conoce que en muchas ocasiones, se protegía del sol a los espectadores desplegándose un gran «velum», que era una enorme carpa. En los sótanos inferiores, que estaban situados debajo de la zona de la arena en la que se celebraban los diversos espectáculos, había unos montacargas.

Durante tu visita, podrán explicarte cómo funcionaba el sistema de poleas y de contrapesos, que se accionaban por tornos. Así, se levantaba a los gladiadores, a las fieras o a los elementos de la escena que fueran necesarios. También estaban allí las zonas de culto y las de descanso. En la parte norte había una pintura al fresco de la diosa Némesis que decoraba la capilla del Anfiteatro que estaba destinada al culto. La razón de ello es que esta diosa era la protectora de los Gladiadores. Hoy puedes encontrar esta pintura en el Museo Nacional Arqueológico de Tarragona.

Top lugares imprescindibles que ver en Tarragona

El Anfiteatro Romano de Tarragona solía tener capacidad para 14 000 espectadores. Sus medidas eran bastante amplias, de algo más de 100 metros por 80 metros. Este espacio se utilizaba para muchas demostraciones públicas. Además de las luchas o de las cacerías de fieras, las cuales recibían el nombre de «​Venationes», y de las luchas de gladiadores, que se llamaban «munera», era en este lugar donde se les daba justicia a todas aquellas personas que eran condenadas a muerte.

Las arenas de este Anfiteatro presenciaron cómo el obispo de la ciudad y sus diáconos, respectivamente llamados Fructuoso, Augurio y Eulogio, fueron quemados vivos. El contexto era un marco de persecuciones, en la época del emperador Valeriano, dirigidas contra la cristiandad. Este hecho en concreto ocurrió un 21 de enero en el año 259. A partir del siglo V d.C se inicia un periodo de cambios en el que comenzarían a imponerse las políticas religiosas a consecuencia del mandamiento de los primeros emperadores romanos cristianos.

A partir de las políticas cristianas, el Anfiteatro Romano iría perdiendo sus funciones originales. Un siglo más tarde fue cuando se comenzó a construir una basílica cristiana de tres naves, para la cual se aprovecharon muchas de las piedras pertenecientes al Anfiteatro, especialmente sacadas de lo que solían ser las gradas. La basílica se construyó en conmemoración de los tres santos, ahora mártires, de la Iglesia de Tarragona. Además, también se construyó un cementerio en los alrededores del templo, con mausoleos funerarios que se adosaron al edificio eclesiástico, así como con tumbas excavadas en la arena.

Con la invasión islámica el Anfiteatro sufrió un período de abandono hasta el siglo XII. Ya en dicho siglo se comenzaron a levantar nuevas edificaciones. Sobre los cimientos de lo que fue una basílica visigótica se erigió un nuevo templo de estilo románico y con planta de cruz latina bajo la advocación de Santa María del Milagro.

4. Plaça del Rei

Si no sabes qué más ver en Tarragona, a continuación te hablamos de la Plaza del Rey o «​Plaça del Rei». Esta zona es una de las más destacadas de la parte alta de la ciudad. Su relevancia se debe tanto a las dimensiones en sí de la propia plaza, como a los edificios que la rodean. En la Plaza del Rey están los edificios de lo que solía ser el Pretorio Romano, que desde un tiempo más tarde pasó a ser el Castillo del Rey. El Pretorio Romano acogió al emperador Augusto, y desde que fue castillo, residieron allí la mayoría de reyes catalanes.

La construcción de dicho castillo es lo que hizo que desde el siglo XV, la plaza pasara a llamarse Plaza del Rey. Hoy en día es la sede del Museo Nacional Arqueológico de la ciudad, lugar en el que, tal y como te hemos mencionado, se conserva el fresco del Anfiteatro Romano dedicado a la Diosa Némesis, la protectora de los gladiadores.

También se encuentran allí las Iglesias de la Trinidad y de Nazaret. Igualmente, esta plaza es el punto de encuentro de los distintos misterios de la procesión de Semana Santa “el Santo Entierro”, de la cual podemos decir que este es su punto de inicio. A lo largo de los años, además de plaza del Castillo, este lugar ha recibido otros nombres como plaza Augusto o plaza Nueva. Por último, señalar que además de la mencionada sede, en esta plaza está la torre del Pretorio, de la que te hablaremos a continuación.

5. Torre del Pretorio y Circo (interior)

La Torre del Pretorio y el Circo (interior) constituyen una de las construcciones más emblemáticas de Tarragona. Se ubica dentro de la ciudad, en la vía Augusta. Su estructura está muy bien conservada. Tanto es así que se considera como una de las mejores de todo occidente. Se calcula que en su interior cabían alrededor de treinta mil personas. Este recinto se utilizaba primordialmente para el disfrute de las carreras de caballos.

La Torre del Pretorio procede de la época romana, pero a lo largo de la historia se le ha dado muchos usos. Por ejemplo, dicha torre también se utilizó como fortaleza vikinga o como cárcel, al igual que como palacio de los reyes de Aragón. Forma parte del Patrimonio de la Humanidad del Conjunto de Tárraco, correspondiendo al laberinto de calles medievales de Tarragona. La torre contenía un lugar dedicado al culto al que se le unía el circo, que era el recinto inferior.

El recinto que estaba dedicado al culto se encontraba en la zona alta de Tarragona, espacio donde hoy está la Catedral. En este lugar estaba el gran templo de Augusto. La Torre del Pretorio y el Circo delimitaron la plaza del Imperio Romano más grande que jamás se construyó. De este modo, la torre del pretorio funcionó como escalera que iba desde dicha plaza hasta el nivel inferior, donde estaba el circo.

6. Plaça del Fòrum

La «​Plaça del Fórum» es un enorme recinto de forma rectangular situado en el interior del foro provincial. Está rodeada por muchos pórticos y solía estar adornada con estatuas y ostentosos jardines. Hoy en día, de dichas estatuas tan solo quedan ciertos pedestales, un ejemplo de ello es el que se encuentra en la calle Mercería. También, podemos ver hoy en día restos de dichos pórticos en la plaza del Pallol, de la cual te hablaremos más adelante, en los edificios de la Antigua Audiencia, en la plaza de Santiago o en el Pretorio.

Desde los edificios de esta plaza se administraban todos los territorios que formaban parte de la importante provincia romana de La Hispania Citerior, de la cual, la capital era Tárraco. La construcción de la plaza se realizó en el año 73 d.C. y estaba porticada, ya que en ella se encontraba el templo que rendía culto al emperador. También había una zona inferior que era pública y de gran tamaño.

Actualmente, la plaza está atravesada sobre la calle Mayor, que pasa por el Foro provincial y acaba llegando al templo. Hoy en día, podemos ver un muro que delimita lo que fue la plaza administrativa. Es uno de los sitios más importantes si no sabes qué hacer en Tarragona a la hora de tapear, pues allí encontrarás los mejores sitios donde hacerlo y donde probar un buen vermut. Una de las tapas más típicas que encontrarás es la de los mejillones a la salsa romesco, típica de la ciudad.

7. Catedral de Tarragona

La catedral de Tarragona recibe el nombre de catedral de Santa María, y se alzó sobre el punto más alto de la ciudad. Su construcción se llevó a cabo durante los siglos XII al XIV y para ello se eligió un lugar lleno de historia. Antes de erigirse esta basílica cristiana, que en realidad es de la época visigótica, solía existir allí una mezquita que se construyó en el siglo X y anteriormente a ella, un templo romano dedicado al emperador Augusto. Fue en el año 2010 cuando los arqueólogos encontraron sus restos.

La catedral, aun siendo de época visigótica, representa en realidad una transición entre el estilo románico y el gótico. El estilo románico todavía era el más frecuente en la Cataluña Nueva del siglo XII. Sin embargo, en Tarragona ya convivía dicho estilo con otros posteriores como el renacentista, el gótico o el barroco. A su vez, cabe añadir que en este templo destacan las tres puertas, pues cada una de ellas se corresponden con sus tres naves. La principal es de estilo gótico, mientras que las otras dos son románicas.

¿Qué ver en la Catedral de Tarragona?

Una curiosidad es que cuando levantamos la vista, podemos observar que la catedral se encuentra inacabada. Esto se debe a los estragos que en el siglo XIV causó la peste negra. El claustro gótico se decora principalmente en base a sus esculturas y a través de él podemos llegar al museo diocesano. Si tienes un poco de curiosidad, te animamos a que durante tu visita busques la inscripción árabe que allí se encuentra, procedente del año 960, que formaba parte de la antigua mezquita del siglo X, así como la representación de “entierro del gato por las ratas”, una leyenda muy popular en Tarragona representada en la Catedral.

En el interior de la Catedral, el órgano siempre llama la atención de los visitantes. Además de tener grandes dimensiones, procede del siglo XVI. En el año 1929, dicho órgano sufrió una reforma en la que se añadieron tubos que procedían del órgano del Palacio Maricel de Sitges, que era de estilo románico. Por su parte, las capillas son los lugares donde más podrás presenciar el cambio de la catedral a lo largo de sus siglos de construcción, experimentando un cambio hacia el estilo gótico. Las capillas se construyeron desde el siglo XIV y destaca sobre todo el retablo mayor. Allí podrás ver esculturas dedicadas a Santa María y San Pablo y a Santa Tecla.

8. Seminario y Capilla de Sant Pau

El Seminario se encuentra situado en la parte alta de Tarragona. Su presencia responde a una iniciativa tomada por el Arzobispado de la ciudad, el cual tiene en la actualidad su sede en este edificio remodelado. Su ubicación es cercana al Archivo Diocesano, a la Catedral, al Museo Bíblico, al Diocesano y al Palacio Arzobispal, por lo que es privilegiada. En la reforma de este edificio se puso de manifiesto un respeto muy importante por la tradición histórica del lugar.

El Seminario forma parte del Conjunto Histórico de Tarragona, que en el año 2000 fue reconocido por la UNESCO. Se sitúa en la Acrópolis de Tarragona y en este espacio se ofrece un lugar para que el individuo se encuentre y mantenga un diálogo cultural y social propio del siglo XXI. El actual edificio se levantó en 1883. Sin embargo, el Seminario, como institución, fue en realidad fundado en el siglo XVI. En el siglo XIX trasladó su sede a la calle Sant Pau y la capilla ocupó el centro del espacio.

El edificio es un espacio abierto a Tarragona que ofrece un patrimonio muy valioso aunque prácticamente desconocido. Cuenta con más de 100 000 volúmenes y con nuevas instalaciones que se constituyen en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas. El lugar te trasladará de vuelta al siglo II, ya que te hará visualizar la muralla romana junto a la Capilla de Sant Pau. Dicha capilla se construyó en conmemoración del apóstol, que llegó a Tarragona como predicador.

La capilla, construida en el siglo XII, fue parte de la Sede catedralicia como una parte del hospital de los canónigos. En el centro hay una exposición de la arqueología del cristianismo en Tarraco y de su historia. En la zona de abajo hay, junto a los restos de la muralla romana, un gran claustro y un museo muy completo en el que se te explicará cada hallazgo y que consigue integrar los distintos elementos de cada época de manera armónica.

9. Paseo Arqueológico (Passeig Arqueologic)

Entre los restos de la muralla romana discurre el paseo arqueológico, que se encuentra situado al lado del Campo de Marte. La vegetación de este lugar crea un ambiente mágico con un fuerte contenido histórico. Los jardines que discurren entre las murallas nos invitan a recorrer este camino descubriendo varios símbolos emblemáticos. Entre ellos encontramos un par de tumbas antiguas al inicio del paseo, junto a las cuales se encuentra una placa de mármol con el nombre de la ciudad romana que reza: «Colonia Iulia Urbs Triumphalis Tarraco». Junto a ella podremos ver un mapa de cómo era la parte alta de la ciudad en el Imperio Romano y dónde se situaba el emplazamiento y los jardines de la administración junto al Circo Romano.

El recorrido se centra esencialmente en las murallas, que presentan tres torres que son las que se conservan. Una de estas torres es la del Arzobispo, llamada así porque solía ser la residencia del Arzobispo de Tarragona durante la Edad Media. Delante de ella encontramos la estatua de Augusto de Prima Porta, una réplica de la original de Roma. Más adelante encontramos el centro de interpretación de la muralla, una parada interesante donde nos explicarán su historia desde la edad clásica hasta la edad moderna.

Una vez concluida esta visita, pasaremos por la torre del seminario, delante de la cual podremos observar la estatua de la Loba Capitolina alimentando a Rómulo y Remo, una muy conocida imagen que representa el mito acerca del origen de Roma. Por último encontraremos la tercera torre que marca el final del paseo. Esta torre posee un relieve de Minerva, la diosa romana de la guerra y la sabiduría. En su honor se bautiza a esta última como la torre de Minerva.

Como dato curioso de este paseo, cabe destacar que la estatua de Augusto de Prima Porta fue un regalo de Mussolini a Franco en la década de los 40. Esta estatua se ha mudado varias veces de emplazamiento desde su llegada a España.

10. Plaça del Pallol y Maqueta de Tarraco

La «​Plaça del Pallol» es, dentro del foro provincial, la inferior. Se trata de un recinto de forma rectangular de gran tamaño que se encuentra rodeado por pórticos en tres de sus lados. Sus ruinas se declararon en 1931 como Zona Arqueológica, pues se corresponden con la zona occidental del Fórum Provincial, construido en el siglo I d.C. La plaza del Pallol era parte de la galería intermedia. Su ubicación es muy turística, ya que está en la parte alta de la ciudad, justo en su zona céntrica. En este punto de Tarragona se han conservado restos arquitectónicos, también del siglo I d.C., del Foro Romano.

El arco del Pallol se corresponde con una edificación que solía ser la plaza de administración del Foro Provincial de Tárraco. Hoy en día, podemos encontrarlas entre medianeras, ya que la plaza es parte intermedia de la representación creada de este foro. No obstante, durante la época romana se estima que debió ser una galería muy larga que se entremetía por la parte de atrás del porticado y circulaba convirtiéndose, a su vez, en el gran soporte de un segundo piso.

En la zona del exterior, todavía se conserva el muro de casi 18 metros de altura, que es el muro occidental elaborado en opus quadratum, un estilo constructivo, a la par que un sistema propio de la Antigua Roma. En él, se establecían de forma regular diferentes sillares de piedra, paralelos e hilados y a la misma altura. Para ello, no se utilizaba el mortero. De este modo, es como se utilizó la técnica para que el mencionado muro se elaborara y en él se abriera un arco de medio punto que sigue perteneciendo al mismo edificio. Actualmente, como dato curioso, debemos saber que la plaza del Pallol se documenta con el nombre oficial de «​Pla de Sant Feliu» desde el siglo XVI, si bien sabemos que dicha plaza ya existía anteriormente.

Maqueta de Tarraco

La maqueta de Tarragona es un elemento muy importante si quieres descubrir desde otra perspectiva más visual cómo era la ciudad a lo largo del siglo II. La maqueta se presentó de manera pública en el año 2006 y su creación se apoyó en el hecho de que se estaba celebrando que Tarragona hubiera sido declarada como Patrimonio de la Humanidad. Hoy en día, si tenemos que dar gracias al Museo de Historia de Tarragona, pues a él debemos toda su elaboración. ¿Te ha picado la curiosidad? Si es así, encontrarás ubicada esta maqueta en la Antigua Audiencia de Tarragona. ¡Te encantará!

La ciudad romana que se representa es la capital de la provincia considerada como más importante, grande e influyente de todo el Imperio Romano: la Tarraconensis. Se eligió el siglo II porque según hemos podido conocer, este momento en la historia fue el de mayor prosperidad y esplendor, siendo esta la razón principal de su relevancia a nivel mundial, lo cual tiene un enorme mérito. Crear la maqueta de Tárraco fue un largo y arduo proceso que duró más de cinco años de dedicación exclusiva.

En la actualidad, la maqueta de Tárraco es una obra de gran tamaño. Te sorprenderán sus 21 metros cuadrados que posteriormente han recibido nuevos grupos escultóricos y otras añadiduras. Además, cada día requiere un gran trabajo de mejora. Por tanto, podemos decir que esta obra crece y se vuelve más valiosa cada día que pasa.

Su diseño es muy concreto y además, está muy completo. No obstante, siempre se continúan añadiendo detalles y realizando remodelaciones en las que se descubren nuevos datos arqueológicos. Hasta día de hoy, se puede decir que es uno de los rincones de Tarragona más admirados y visitados, tanto por turistas como por personas locales, no en vano es la maqueta en miniatura más importante de Europa.

¿Cómo llegar a Tarragona?

A la hora de organizar tu viaje, te vendrá bien saber cómo llegar a Tarragona de la manera más rápida y cómoda, así como las alternativas que existen. Esta ciudad goza de una localización muy buena de cara a facilitar la llegada a turistas y viajeros de todo el mundo. Lo más cómodo es hacerlo en tren desde Barcelona con los trenes Regionales Express, aunque también existe la posibilidad de hacerlo en autobús en Bus Plana o Alsa o en coche.

Puedes probar diferentes combinaciones a la hora de llegar, pero si vas a viajar en avión, lo más normal es que vayas primero a Barcelona. La ciudad Condal tiene uno de los aeropuertos más grandes de España y acoge vuelos tanto nacionales como internacionales (Viena, Londres, París, Atenas…).

Mapa con los lugares imprescindibles que ver en Tarragona

Encuentra todos los puntos de interés (monumentos, edificios, museos e iglesias) de Tarragona en este mapa para que estés ubicado en todo momento. Si quiere tener una visión completa y divertida de la cultura de esta ciudad, puedes hacer un free tour con un guía local que acompañará por los lugares imprescindibles que debes visitar.

Estas son las recomendaciones de los guías locales sobre los lugares imprescindibles que ver y visitar en Tarragona. Seguro que te ayudan a hacer tu guía de viaje por la ciudad para que no te dejes ningún monumento, edificio, museo o iglesia de Tarraco. Si tienes mentalidad aventurera, aquí tienes todos los destinos del mundo con free tours.


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