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A tan solo 8 kilómetros de distancia de Córdoba, a las faldas de Sierra Morena, se encuentra la que antaño fue la ciudad más bella de occidente, la Versalles de la Edad Media, Medina Azahara. Su nombre deriva de Madina al-Zahra, La Ciudad Brillante.
En el año 936 Abderraman III, Califa de Córdoba, manda construir la que será su símbolo de poder, la ciudad de Medina Azahara. En un contexto de competencia con otros califatos cercanos el califa apuesta por levantar la ciudad más bella, y para ello apuesta por materiales que demuestre su aspiración, mármoles violáceos y rojos, piedras preciosas y oro. Además, contrata a los mejores canteros de la época y el lugar.
El proyecto del Califa se ve truncado por la guerra civil que acaba con el Califato de Córdoba, en el siglo después de iniciar la construcción de Medina Azahara. En el año 1010 los bereberes saquean y destruyen la ciudad brillante, que con el paso de los siglos continuará sufriendo todo tipo de saqueos y desmantelamientos, llegando a ser cantera para nuevas edificaciones de la ciudad de Córdoba también.
A comienzos del siglo XX se comienzan las excavaciones arqueológicas que continúan a día de hoy, aunque por el momento solamente el 10% de la ciudad se ha excavado.
Se conoce la disposición de las 3 terrazas en las que se dividía la urbe, así como los edificios principales de la misma, y su muralla.
Medina Azahara ha sido nombrada Bien de Interés Cultural y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Recibe una media de casi 300mil visitantes por año y es uno de los puntos turísticos más visitados de toda Andalucía.
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