Thomas se mudó a Hiroshima hace ocho años tras enamorarse de la ciudad y de la mujer que se convertiría en su esposa. Se conocieron en un 7-Eleven, donde ella ganó una hogaza de pan en una pequeña lotería. Como no la necesitaba, se la dio, y desde ese simple momento comenzó su historia. Más tarde se casaron en una panadería de la calle principal de Hiroshima, un lugar que aún visitan juntos porque ocupa un lugar especial en sus corazones. En su tiempo libre, Thomas disfruta estudiando para obtener diferentes titulaciones. Aprobó el examen nacional de cocina japonesa y ahora se prepara para obtener la certificación de sake japonés, mientras trabaja para convertirse en guía turístico con licencia nacional. Como embajador turístico de Hiroshima, se siente honrado de compartir la compleja historia de la ciudad y el encanto del lugar que se enorgullece de llamar hogar.