Jun 18, 2022

Praga es uno de esas ciudades para visitar con miles de lugares imprescindibles que ver en el corazón de la República Checa. Ubicada al este de Europa, acoge todos los años a miles de viajeros y turistas que buscan conocer más sobre la cultura checa que esconde en su capital, su mayor tesoro.

Aunque siempre se pueden destacar actividades que hacer y lugares para visitar, es difícil acertar con los puntos de interés más importantes. Es por ello que hemos creado una lista de lugares imprescindibles que ver y visitar en Praga con la ayuda de guías locales oficiales que conocen perfectamente

La capital checa es una ciudad que se puede asemejar a otras ciudades como Cracovia (qué ver) o Viena por el estilo de turismo que atrae, aunque compartiendo la base de grandes capitales europeas como Roma, Londres, París o Madrid. Se hace muy difícil descubrir todo lo que puede ofrecer este tipo de ciudad en un solo fin de semana, pero ante este reto, te proponemos la mejor solución.

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La mejor manera de ver y visitar Praga: hacer un free tour

A la hora de visitar la capital checa, es importante que tengas en cuenta algunas alternativas que te pueden ayudar a descubrir la parte más íntima y personal de la ciudad. Son muchos los viajeros que optan por hacer algún free tour en Praga con la intención de conocer junto a un guía local la cultura e historia de los edificios y monumentos más representativos de la República Checa.

En el caso de que aún no hayas hecho un tour de libre pago, te animamos a que conozcas qué es un free tour y lo descubras de primera mano. Al final, son los turistas los que cambian la forma de visitar las ciudades, tendiendo a nuevas experiencias que aportan más valor a la cultura.

¿Has probado los free tours? Visita la ciudad de una manera diferente junto a un guía local oficial.

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¿Qué ver en Praga en 1 o 3 días (un fin de semana)?

Praga es una de las ciudades más bellas de Europa. Por ello suele apuntarse en la lista de lugares imprescindibles para conocer antes de morir. Su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, es increíble. Sin duda un free tour resulta ideal para recorrerlo de punta a punta.

Como el tiempo siempre es escaso y hay que aprovecharlo al máximo, hemos hecho un listado de paradas obligadas. No puedes pasar por esta ciudad, ni por esta vida, sin detenerte en cada una de ellas. Descubre qué ver y hacer en Praga.

1. Puente de Carlos IV

 ¿Quieres saber algunas de las curiosidades del Puente de Carlos IV de Praga? ¡Te las cuentan los GUÍAS LOCALES de 1-2 Tours Praga!

Los secretos de la esencia de Praga

Quizás el monumento más famoso de la ciudad de Praga y unas de las obras más impresionantes de gótico. El puente de Carlos juega un papel fundamental en el paisaje urbano de Praga. Desde él se puede tener una vista privilegiada de toda la ciudad. Se divisa de un lado Staré Město (Ciudad Vieja) y Nové Město (Ciudad Nueva) y de la orilla contraria Malá Strana y al fondo el Castillo de Praga.

El puente de Carlos hoy se alza donde en su día ya se erigió el conocido como Puente de Judith, puente de piedra en estilo románico que fue destruido por una riada en el año 1342. Tras la catastrófica riada fue el emperador Carlos IV el que inició la construcción de un nuevo puente que desafiaba a todos los anteriormente construidos en Europa. Con una longitud de 516 metros y una anchura considerable para la época de 10 metros.

Tiene 16 arcos con luces muy importantes que oscilan entre los 16 a los 25 metros. No es de extrañar que su construcción haya estado siempre ligada a numerosas leyendas.

Una de ellas nos cuenta que para empezar a construir este puente habría que esperar a que la disposición de los astros en el cielo fuera favorable. Tras consultar al matemático Havel de Strahov se determinó que el mejor momento para comenzar la construcción del puente sería el 9 de julio de 1357, a la hora determinada de las 5:31 de la mañana.

Fecha y hora que nos dan un extraordinario palíndromo numeral: 1-3-5-7-9-7-5-3-1. Uniendo los 4 primeros números obtenemos el año 1357, el día 9 del mes 7 (julio) y la hora 5:31 a.m. Cifra que se lee igual en ambos sentidos. A su vez la suma de los números del año de la construcción 1+3+5+7=16 nos da el número de arcos del puente.

Otra antigua leyenda cuenta que Peter Parler, el arquitecto del puente, utilizó huevos en la argamasa que une las piedras. Pese a lo insólito que nos pueda parecer hoy la mezcla, hay que decir que añadir materiales orgánicos a los materiales de construcción era una práctica muy frecuente desde la antigüedad. Mejoran las propiedades de la argamasa, aportan plasticidad y reducen el tiempo de solidificación.

Un puente que desde luego no deja nada al azar y que se ha convertido en uno de los mejores puntos para observar las maravillosas torres y cúpulas que desde hace siglos recortan el cielo de Praga. No es de extrañar que a Praga le hayan dado el epíteto de ser la ciudad de las cien torres. Solo formando parte del puente ya podemos contar tres torres monumentales con sus característicos tejados piramidales cubiertos de pizarra.

La primera torre accediendo desde la Ciudad Vieja es un buen ejemplo de cómo el emperador Carlos IV utilizó la arquitectura con fines propagandísticos. En la fachada encontramos una escenografía que legitima la autoridad del soberano y la de su propio hijo Wenceslao IV. Del otro extremo y poniendo fin al puente encontramos dos torres que lo unen con Malá Strana, que recuerdan el acceso fortificado del anterior puente de Judith.

Durante todo el recorrido nos acompañan una galería espléndida de 30 estatuas barrocas colocadas entre los siglos XVII-XVIII encargadas por instituciones, órdenes monásticas o ciudadanos.

El puente de Carlos ha sido testigo silencioso del paso del tiempo, ha contemplado el ir y venir de los transeúntes, ha sobrevivido a saqueos, guerras… Ha desafiado al río Moldava que pasa entre sus arcos de piedra. Aguas que a veces lo han herido, pero son las mismas aguas en los que se sigue mirando orgulloso sabiendo que es inmortal.

La historia sobre el Puente de Carlos IV

El Karlův most (como se denomina en checo) es el puente de Praga del que habla el mundo entero. Es el más largo y viejo de la ciudad y el segundo más antiguo de la República Checa. Se trata del monumento más visitado, célebre y alegórico de la ciudad. Debe su nombre a Carlos IV de Luxemburgo, emperador que ordenó su creación en 1357 (más precisamente, el 9 de julio a las 5:31 de la mañana) para suplantar al anterior puente de Judith. La obra se terminó en 1402.

Venerado por su arquitectura, el pintoresco puente reúne lo mejor del romanticismo. Comunica el centro histórico denominado Staré Město (Ciudad Vieja) con el barrio de Malá Strana (Ciudad Pequeña o zona del castillo). Tiene 520 metros de largo y 10 de ancho. Si bien es peatonal desde 1978, en la Edad Media contaba con cuatro carriles por los que circulaban carruajes. Es, verdaderamente, un sitio con encanto.

Una treintena de estatuas barrocas gigantes serán testigos de tu paso por este puente extraordinario, en el que hallarás decenas de artistas y puestos callejeros. Una de las estatuas más emblemáticas es la de San Juan Nepomuceno, patrono de Bohemia, quien fue arrojado al río Moldava en 1393. Se dice que, si pides un deseo tocando con la mano izquierda su monumento, este se hará realidad.

Por tratarse de un sitio transitado por multitudes, te recomendamos caminar por este rincón de la Ciudad Dorada al atardecer o a primera hora de la mañana.

2. Torre de la Pólvora de Praga

Es una de las torres más altas de la Ciudad de las Cien Torres. También denominada Puerta de la Pólvora (Prašná brána en checo) data de 1475. Es uno de los monumentos más antiguos de Staré Město, la parte vieja de Praga caracterizada por calles bonitas, plazas concurridas y torres medievales.

De estilo gótico era, durante la Edad Media, una de las 13 puertas de la gran muralla perimetral que hacía de entrada a la antigua ciudad fortificada. Torre Nueva se llamaba entonces. Fue luego un almacén de pólvora (militar) y de ahí devino el nombre actual de la ennegrecida torre.

Allí se encuentra hoy en día una exposición permanente de la ciudad. Lo más interesante es acceder, tras subir 168 peldaños, a la parte más alta del edificio (a 44 metros de altura), observar desde allí el centro histórico y tomarse alguna selfie.

Otro dato importante para viajeros: tras el Teatro de los Estados, a pocos metros de esta torre, parte nuestro free tour de Praga imprescindible, que atraviesa la Ciudad Vieja y el Barrio Judío para descubrir sus rincones más atrayentes. Apúntate ya y conoce este sitio único del casco urbano.

PRECIO– Adultos: 100CZK.
– Niños entre 6 y 15 años, estudiantes menores de 26 y mayores de 65 años: 70CZK.
– Menores de 3 años: Entrada gratuita.
*Prague Card: entrada gratuita.
HORARIO[+] Desde noviembre hasta febrero: todos los días de 10:00 a 18:00 horas.
[+] Marzo: todos los días de 10:00 a 20:00 horas.
[+] Desde abril hasta septiembre: todos los días de 10:00 a 22:00 horas.
[+] Octubre: todos los días de 10:00 a 20:00 horas.

3. Plaza de la Ciudad Vieja

Aquí comienza el free tour imprescindible de Praga, uno de los más demandados por los turistas que llegan a la ciudad, uno de los destinos más populares del mundo, y se enamoran a primera vista.

Visitar Praga es sinónimo de pasear por la Plaza de la Ciudad Vieja. Evidentemente, dar una vuelta por el casco histórico y no pasar por esta plaza es casi imposible. Sin duda alguna es la zona central de la ciudad y el punto de encuentro social por excelencia. Ciertamente, la vida pública (antiguamente, también la política) transcurre en este lugar.

El Reloj Astronómico de Praga, ubicado en la fachada del antiguo ayuntamiento, es el protagonista central de esta plaza. Este reloj, que data del siglo XV, es uno de los más famosos del mundo. ¿Por qué? A cada hora se ven desfilar a los doce apóstoles y a cuatro figuras adicionales: el turco, la avaricia, la vanidad y la muerte.

La plaza praguense más antigua es un rincón de la city vivo y encantador. Está rodeado de pasos peatonales en zigzag, monumentos y sitios curiosos dignos de ser visitados, tales como la escultura de Jan Hus, la Iglesia de San Nicolás y la de Nuestra Señora de Týn.

4. Castillo de Praga

El Pražský hrad es el guardián de Praga, a la que vigila desde las alturas de día y de noche. Es el castillo medieval más grande que puedes encontrar en el mundo y uno de los monumentos más importantes de la República Checa. Fue construido en el siglo IX como morada de los reyes de Bohemia. En 1918 fue declarado residencia presidencial y en la actualidad allí permanece el despacho del presidente checo.

El Castillo de Praga se asemeja a un pueblo de estilo medieval. Dentro de su tipo, este castillo es considerado el más grande del mundo antiguo. Conocerlo ayuda a entender la importancia social y cultural de la ciudad. No por nada es el sitio que cuenta con más visitas de turistas cada año en Praga.

El Castillo dio inicio a su construcción en el siglo IX cuando el rey Borivoj tomó la decisión de trasladar su castillo. Se cambió de Levý Hradec, en aquel entonces ubicado dentro del territorio de la ciudad Roztoky a unos 10 km al noroeste del centro de Praga, al pueblo eslavo situado junto al río Moldava. Así fue como el Castillo de Praga fue levantando sus muros hasta convertirse en el lugar de residencia de las distintas dinastías de reyes que gobernaron el país.

En su inicio fue un edificio de madera muy sencillo. Sin embargo, durante el reinado de Sobeslav I, exactamente por el año 1135, se levantó un gran edificio de piedra, dando lugar al primer castillo. Con el paso del tiempo fue cambiando rotundamente mostrando las viejas construcciones en los patios del castillo.

Hay que tomar en cuenta que no es el clásico castillo europeo. El Castillo de Praga tiene toques distintos, lo rodea la Torre Blanca, la Catedral de San Vito, el Antiguo Palacio Real, el Palacio Lobkowitz, el Callejón de Oro, la Torre Daliborka y el Convento de San Jorge, entre otros más.

En el año 973 fue nombrado en Praga un obispo por primera vez, motivo por el cual se le dio gran presencia y status al pequeño pueblo eslavo ante la sociedad de clase alta del país. Y fue a partir de ese momento que el pueblo se mantuvo en crecimiento hasta convertirse en la capital del país. De modo que el primer castillo de piedra se construyó por el soberano Sobeslav I; y después fue modificado en el reinado de Carlos IV, quien le puso el nombre de Castillo de Praga.

¿Qué ver y hacer en el Castillo de Praga?

De igual manera Carlos IV fue quien construyó la Catedral de San Vito, convirtiendo el Castillo de Praga en la residencia imperial fija del reinado. Situación que lo convirtió con sus múltiples alrededores en una mini ciudad de alrededor de 70.000 metros cuadrados. En este lugar hay una entrada conjunta que permite ver los lugares más importantes dentro de esta “mini ciudad”, como el Callejón de Oro, el Palacio Real Praga, la Basílica de San Jorge, la Catedral y muchos más palacios y edificios eclesiásticos de diferentes estilos arquitectónicos, edificados desde el estilo románico del siglo X hasta el estilo gótico del siglo XIV. 

El Castillo de Praga tuvo muchas renovaciones y reparaciones de 1918 a 1938 (época de la primera República). A partir de la Revolución de Terciopelo el castillo ha sufrido continuos cambios significativos que hacen que el Castillo de Praga no sea un palacio sino un recinto amurallado en el que se aprecian muchos edificios dignos de visitar para conocer su historia.

Indudablemente se trata de una visita imperdible en el itinerario de cualquier turista que quiera conocer las maravillas que esconde Praga. Es mucho más que un edificio; es un conjunto arquitectónico conformado por una serie de palacios unidos por callejuelas serpenteantes. Como un pueblo, en definitiva.

Sobre una colina, a orillas del río Moldava, la zona del castillo reúne sitios extraordinarios, tales como el Antiguo Palacio Real, la Torre Daliborka o la Torre Blanca. Por este motivo, su recorrido puede llevarte algo más de media jornada.

PRECIO[+] Circuito A: (Incluye la Catedral de San Vito; Palacio Real, Basílica, Monasterio de San Jorge; Callejón de Oro y el Palacio Rosenberg).
– Adultos: 350CKZ.
– Jóvenes de 6 a 16 años: 175CKZ.
– Menores de 6 años y personas con movilidad reducida: entrada gratuita.
[+] Circuito B: (Incluye Palacio Real, Basílica de San Jorge, Callejón del Oro y Catedral de San Vito).
– Adultos: 250CKZ.
– Jóvenes de 6 a 16 años: 125CKZ.
– Menores de 6 años y personas con movilidad reducida: entrada gratuita.
[+] Circuito C: (Incluye la exposición del tesoro de San Vito y la Pinacoteca del Castillo de Praga).
– Adultos: 350CKZ.
– Jóvenes de 6 a 16 años: 175CKZ.
– Menores de 6 años y personas con movilidad reducida: entrada gratuita.
*Prague Card: entrada gratuita.
HORARIO[+] Desde noviembre hasta marzo:
– Todos los días de 6:00 a 22:00 horas. (Monumentos de 9:00 a 16:00 horas)
[+] Desde abril hasta octubre:
– Todos los días de 5:00 a 00:00 horas. (Monumentos de 9:00 a 17:00 horas)

5. Catedral de San Vito

Consagrada al mártir San Vito es, verdaderamente, el símbolo espiritual de la República Checa. De estilo gótico, es una de las principales catedrales de Europa y la más grande e importante de Praga.

Se halla dentro del complejo arquitectónico del Castillo de Praga y forma parte de la misma excursión. Como uno de los monumentos más antiguos y mejor valorados de la ciudad, posee un valor artístico incalculable y es verdaderamente imponente. No por casualidad es considerada el emblema de Praga e inclusive de toda la república.

Aunque su construcción se inició en el año 1344, paradójicamente, la Catedral de San Vito no abrió sus puertas hasta 1929. Es un punto de interés turístico indiscutible: allí se halla la tumba de Wenceslao IV (conocido como «El rey bueno»), las llamadas «Joyas de la Corona» y, por si esto fuera poco, es el sitio en el que, por protocolo real, se lleva a cabo la coronación de los reyes de Bohemia.

Es, además, un auténtico mirador. Desde sus torres (de hasta 99 metros de altura), a las que se accede por escaleras caracol (no aptas para sedentarios o viajeros reticentes a hacer ejercicio en vacaciones), podrás tomar unas imágenes alucinantes de la bella Praga.

¿Un dato más? Este punto de interés turístico está incluido en nuestro free tour del Castillo y Malá Strana, el único en español.

PRECIOMismo plan de precios que el Castillo de Praga.
HORARIO[+] Desde marzo hasta octubre:
De lunes a sábado: de 9:00 a 18:00 horas.
Domingos: de 12:00 a 18:00 horas.
Desde noviembre hasta febrero:
De lunes a sábado: de 9:00 a 16:00 horas.
Domingos: de 12:00 a 16:00 horas.

6. Callejón del Oro

La Zlatá ulička es una pequeña y estrecha calle dotada de gran hermosura situada dentro del recinto del Castillo de Praga. En ella se destacan dieciséis casas bajas de colores casi iguales. Las mismas fueron mandadas construir por el emperador Rodolfo II en el siglo XVI con el objetivo de que, en ellas, residiesen los guardias reales y sus familias.

Cien años después, esas viviendas fueron habitadas por antiguos pobladores; la mayoría, orfebres. Justamente de ahí provendría el nombre de «Callejón del Oro», ya que estos artesanos trabajan el oro, entre otros metales. Finalizada la ocupación nazi y hasta nuestros días, estas antiguas moradas se convirtieron en exquisitas tiendas de suvenires y marionetas hechos por artesanos locales.

¿Qué ver en el Callejón del Oro?

Los praguenses, de generación en generación, han popularizado la leyenda que afirma que en el también denominado Callejón Dorado habrían vivido los alquimistas de la corte real de Rodolfo II. Incluso se dice que en esta pintoresca callecita de Praga vivieron algunos magos.

Y, a propósito de habitantes destacados de este rincón del Castillo de Praga, por algo más de un año, allá por 1916, en el n.º 22 de esta calle vivió el escritor Franz Kafka junto a su hermana. Se cree que allí escribió la exquisita obra Un médico rural, publicada en 1918.

En esa casa puedes encontrar actualmente una tienda especializada en el escritor bohemio. Este fue un vecino célebre, motivo por el cual no es casual que en la Goldene Gasse, la vía más pintoresca de la Ciudad Dorada, se vendan sus obras literarias y algunos de sus dibujos, ya que Kafka, además de brillante en las letras, fue un destacado ilustrador.

7. Plaza de Wenceslao

Debe su nombre a Wenceslao, el santo patrono de Bohemia. Su estatua se encuentra frente al Museo Nacional, uno de los edificios más representativos de esta parte de la ciudad. Más que una plaza, es una avenida ancha y populosa que resulta el sitio ideal donde tomar unas copas por la noche.

En efecto, es un punto de encuentro en Praga. La plaza está ubicada en pleno corazón del Nove Město (la Ciudad Nueva), donde acontece la vida comercial y cultural de esta distinguida zona urbana. A lo largo de un kilómetro de tiendas, puestos de comida y lugares donde alojarse (el Grand Hotel Evropa, por ejemplo) podrás percibir y respirar el ambiente praguense con mayúsculas.

En esta plaza se levanta el gran mercado de caballos, que data del siglo XIV. Otro de sus rincones destacados es el Palacio Lucerna que, erigido a comienzos del siglo pasado, hoy es un fantástico y muy concurrido centro comercial.

Y es un sitio histórico por excelencia para los habitantes de Praga. Allí, en 1989, tuvo lugar la manifestación que marcó el inicio de la Revolución de Terciopelo, movimiento pacífico que terminó destituyendo al régimen comunista.

Si quieres un consejo para disfrutar de esta plaza, recórrela por una acera y vuelve por la contraria o pasea por el boulevard central admirando todo su esplendor.

8. Antiguo Cementerio Judío de Praga

El cementerio judío de Praga es uno de los cementerios más interesantes que existen en Europa. Está ubicado dentro del Barrio Judío, y visitarlo enriquece el conocimiento de la historia y cultura de este peculiar país. Alrededor de cien mil personas están enterradas ahí, es un lugar sorprendente e inquietante en donde en cada una de sus lápidas se encuentra plasmada la más dura historia de la época.  

Casi desde el principio de su llegada, los judíos comenzaron a sufrir la represión. La iglesia católica dio inicio a las Cruzadas en contra de los no creyentes lo cual hizo grandes estragos en su comunidad obligando a todo el pueblo a asentarse en el Barrio Viejo. Y desgraciadamente los que se resistieron fueron condenados por no ser obedientes y levantarse en contra de la autoridad de la iglesia. Los que sí lograron cambiarse y vivir en esa zona de la ciudad, lograron convertirla en lo que hoy en día se conoce como Barrio Viejo o Barrio Judío. 

En el año 1217 se edificó la primera sinagoga, y en el año 1292 lograron que se les concediera la independencia administrativa que les ayudaría a solucionar sus conflictos de la manera en que ellos lo necesitaban. Ya que en realidad vivían como en un gueto, con sus reglas aparte.  

Una de las peores tragedias jamás vistas sucedió en el año 1389 durante la celebración del Domingo de Pascua. Ese día 3.000 judíos que residían en Praga fueron asesinados violentamente sin ningún motivo. A pesar de esta masacre el pueblo siguió adelante, y unos siglos más tarde había crecido notablemente en calidad de vida y en cantidad de habitantes. Y no fue hasta el siglo XVI que el alcalde Mordacai Maisel logró hacer prosperar el Barrio Judío de una manera impresionante. 

En el siglo XVI el empresario Maisel, dueño de una gran fortuna por negocios familiares, le regaló a su comunidad todo su capital. Por lo que se construyó un nuevo templo, el cual fue llamado Sinagoga Maisel. Esta fue sin duda una gran ayuda para la calidad de vida del pueblo y ahí radica su importancia. 

Durante el año 1850 hubo cambios significativos hacia el pueblo judío en la ciudad. El barrio fue nombrado Josefov iniciando el desarrollo de diferentes proyectos culturales con el objetivo de lograr mayor tolerancia entre estas dos culturas y religiones tan distintas. Durante esta etapa, los judíos pudieron decidir a dónde mudarse, eligiendo entre los barrios de la ciudad y viviendo una nueva vida libre y sin miedo, asentándose en otros lugares de Praga. 

Por desgracia, casi un siglo más tarde, regresaría la persecución por parte de la iglesia hacia los no creyentes. Durante el aterrador movimiento nazi, mejor conocido como El Holocausto, gran parte de los judíos que habitaban en Praga fueron deportados a campos de concentración, como el Terezín. Los bienes pertenecientes a los judíos fueron confiscados y sus viviendas fueron cedidas a otras personas, quienes se beneficiaron pagando muy poco dinero por ellas. La mayoría de los judíos fueron asesinados en esa violenta y dura época de la historia, dejando un profundo sentimiento en todos los habitantes.

PRECIO– Adultos: 330CZK.
– Estudiantes menores de 26 años: 220CZK.
– Menores de 6 años y Prague Card: entrada gratuita.
*El mismo ticket da acceso a las sinagogas.
HORARIO[+] Desde noviembre hasta marzo: de 9:00 a 16:30 horas.
[+] Desde abril hasta octubre: de 9:00 a 18:00 horas.
*Sábados cerrado.

9. Teatro Negro de Praga

El teatro negro es originario de Praga. ¿Lo sabías? Por ello asistir a una de sus representaciones es una experiencia, además de novedosa, cien por cien inolvidable.

Una obra de teatro de estas características presenta al público personajes flotando en escenografías coloridas sobre un fondo absolutamente negro en el que los colores contrastan y desafían al sentido de la vista. Se escucha solo una música de fondo, ya que el teatro es mudo, lo que permite sortear los obstáculos que a veces constituye el desconocimiento del idioma original.

Por todo ello y mucho más, un espectáculo de este tipo sin duda conforma una vivencia única. Hay varias salas teatrales que te ofrecen este tipo de obras; Ta Fantastika, Teatro de Imagen de Luz Negra, Blanik, Teatro Metro y Animato son algunas de ellas. De entre las obras más populares, «Aspects of Alice» es la más conocida; narra la vida de Alicia tras abandonar el País de las Maravillas.

PRECIOLas entradas cuestan entre 20€ y 30€ según la obra.
HORARIODepende de la cartelera.

10. Casa Municipal

Esta edificación llamativa arquitectónicamente hablando (el mejor edificio art-nouveau de Praga) se encuentra junto a la Torre de la Pólvora, de la que ya te hemos hablado. La Casa Municipal fue construida a comienzos del siglo XX. En ella funcionaba en sus inicios la Corte Real. Además de su diseño, su valor histórico y cívico es indudable. En este lugar, en 1918, se proclamó la independencia de Checoslovaquia.

El mundo de las artes se enorgullece de la Casa Municipal, que en su interior ampara a la magnífica sala de conciertos Smetana, la principal de Praga.

¿Un consejo? Ve con suficiente tiempo para recorrerla de punta a punta, atender a los detalles de su arquitectura modernista y, por encima de todo, tomar un café en su flamante cafetería. Detenerte a descansar en semejante entorno resulta una experiencia singular. Sin duda, recordarás la escena por siempre.

11. Clementinum, uno de los mejores lugares que visitar en Praga

Fue construido entre mediados del siglo XVI y mediados del XVIII. Originariamente fue un colegio jesuita. Es un complejo arquitectónico descomunal; el segundo más importante de la ciudad (el primero está conformado por el Castillo de Praga) y uno de los mayores de toda Europa.

Entre los edificios de gran valor histórico destaca la biblioteca de estilo barroco. Esta es una de las principales razones por las cuales el Clementinum o Klementinum (en checo) es uno de los lugares imprescindibles en Praga. En ella se conservan miles de volúmenes y se pueden observar unos increíbles frescos en su techo. Varios globos terráqueos ubicados en distintas partes de la sala constituyen una imagen que quedará en tu retina para siempre.

La Capilla de los Espejos también es una edificación que merece la pena recorrer, así como la Iglesia de San Salvador, la zona de la Sala del Tesoro, la Iglesia de San Clemente y la Torre Astronómica. Presta atención a esta última, pues desde allí las vistas al Castillo de Praga son impresionantes.

El único inconveniente o desventaja de la visita guiada al Clementinum es el idioma, pues solo se habla inglés. De ahí la conveniencia de reservar plaza en uno de nuestros free tours por Praga para recorrerlo junto a un guía local que hable español.

PRECIO– Visita guiada: 220CZK.
– Niños y estudiantes: 140CZK.
– Menores de 7 años: Entrada gratuita.
*Prague Card: 25% de descuento.
HORARIO[+] Todos los días: de 10:00 a 17:00 horas (varía dependiendo de la temporada).
[+] Visitas guiadas en inglés todos los días (incluido los fines de semana y los días festivos) cada 30 minutos. La primera visita guiada empieza a las 10:00 horas.

12. Iglesia de San Nicolás

La Iglesia de San Nicolás, construida en el siglo XVIII, es uno de los símbolos de las creencias religiosas de Praga. Cuenta con una belleza arquitectónica única, que muestra el esplendor de la Praga medieval, multicultural y moderna. Esta iglesia es considerada como la construcción barroca más importante de la ciudad del siglo XVIII. Fue construida cuando los católicos derrotaron a los protestantes. A partir de esa victoria los católicos empezaron a imponer en la ciudad sus gustos barrocos, los cuales quedaron impresos en la construcción de muchos santuarios destinados a ganarse el apoyo de los fieles ciudadanos.

La construcción de esta iglesia se inició en el año 1673 bajo el mando de la orden religiosa de los jesuitas. Además, fue uno de los primeros edificios terminados a finales del año 1752. En la plaza donde se encuentra la Iglesia de San Nicolás, también se halla la Columna de la Peste de 20 metros de altura, donde se puede apreciar la estatua de la Santísima Trinidad. Escultura edificada en 1715 por Giovanni Alliprandi como un símbolo de agradecimiento al dar fin a la epidemia de la peste negra que prevaleció durante dos largos años en Praga.  

Al interior de la Iglesia de San Nicolás se encuentra un repertorio de arte inimaginable. Desde pinturas en sus bóvedas y techos, hasta preciosas esculturas que adornan las paredes de manera particular. Esta obra maestra fue creada por el arquitecto K. I. Dientzenhofer con el emblema del poderío de los jesuitas del siglo XVIII. El arquitecto murió antes de ver terminada su obra, la cual continuó su hijo Killigan Ignaz Dientzenhofer, quien hizo la proyección de la cúpula que corona San Nicolás. Pero que por desgracia también murió antes de verla terminada. 

La Torre de la Iglesia de San Nicolás es una de las emblemáticas construcciones a visitar en Praga. Subir es apasionante, ya que tiene varias salas a medio camino que se pueden visitar. En estas salas se muestra mucho sobre la historia de las campanas y de sus funciones. Desde lo alto de la torre (65 metros de altura) se aprecia todo el barrio de Malá Strana. En la época comunista la torre fue usada por las fuerzas secretas para no perder de vista las embajadas extranjeras.

Lo mejor y lo más interesante de la iglesia son sus frescos. Sobre todo porque están en la cúpula que mide más de 50 metros de altura. En ellos se ven representados a San Nicolás y a la Santísima Trinidad. Se cuenta que el órgano barroco de la iglesia fue tocado por Mozart en su visita en 1787. No hay que perderse el gran mirador del campanario, las estatuas de los padres de la iglesia que hacen gala en la nave central, y el púlpito representando lo mejor del arte barroco.

Se puede apreciar que tanto la iglesia como la ciudad se encuentran muy bien conservadas. Tienen una fantástica arquitectura con varios edificios antiguos, calles adoquinadas y entrelazadas en su interior como un misterioso y mágico laberinto. Praga acoge famosos monumentos como el Puente de Carlos, el Castillo de Praga, la Plaza de la Ciudad Vieja, etc, los cuales no deben dejar de ser visitados. 

PRECIO– Adultos: 100CZK.
– Estudiantes: 60CZK.
– Menores de 10 años: entrada gratuita.
*Prague Card: entrada gratuita.
HORARIO[+] Desde noviembre hasta enero: de 9:00 a 16:00 horas.
Febrero :Lunes,martes, miércoles y jueves de 09:00 a 16:00 horas. Viernes, sábado y domingo de 09:00 a 17:00 horas.
[+] Desde marzo hasta octubre: de 9:00 a 17:00 horas.

13. Santuario Loreto (Praga)

Sin lugar a dudas, lo más curioso de este santuario es que acoge en su interior una réplica de la casa de la Virgen María. Sí, nada más y nada menos que el hogar sencillo y humilde en el que, según la Biblia, María habría recibido la visita del Ángel Gabriel anunciándole la venida de Jesús. Es considerado el tesoro del santuario, parada obligada de los peregrinos marianos.

La construcción de la Santa Casa, iniciada en 1626, es justamente el motivo por el que se construyó este edificio que no puedes dejar de visitar en tu próximo viaje a Praga. Dentro del mismo se halla, además, la Iglesia de la Natividad, donde se pueden observar dos esqueletos disecados y vestidos de época, algo no recomendado para personas impresionables.

Por último, el Loreto, como se lo conoce popularmente, alberga un museo de reliquias religiosas. La más valiosa, considerada «el Tesoro», es el famoso Diamond Monstrance que contiene más de seis mil diamantes incrustados y data de finales del siglo XVII.

PRECIO– Adultos: 150CZK.
– Mayores de 70 años: 130CZK.
– Estudiantes: 110CZK.
– Niños entre 6 y 15 años: 80CZK.
– Menores de 6 años: Entrada gratuita.
HORARIO[+] Desde noviembre hasta marzo: todos los días de 9:30 a 16:00 horas.
[+] Desde abril hasta octubre: todos los días de 9:00 a 17:00 horas.

14. Museo Nacional de Praga

El Museo de Praga es el más famosos de la República Checa y por consecuencia el más importante de los museos de la ciudad. En todas las capitales del mundo hay un gran museo, obviamente que Praga no iba a hacerse a un lado. Dentro del museo se encuentran las estatuas originales del Puente de San Carlos. El museo se encuentra ubicado en el extremo sur de la Plaza de Wenceslao. 

El Museo Nacional de Praga fue fundado a principios del siglo XIX gracias a los donativos de varios aristócratas checos. Su autor fue el arquitecto Josef Schultz. El principal edificio de este museo se encuentra en la parte más elevada de la plaza de Wenceslao y tiene una fachada de estilo neorrenacentista. La entrada al museo acoge un cementerio destinado para algunos personajes célebres. A este panteón se le conoce como el Panteón de la Fama.

En la fachada principal del museo se ven las marcas de disparos que hicieron los tanques durante el movimiento de la Primavera de Praga. Este movimiento estuvo a favor del aperturismo político de 1968 y que fué derrocado por las tropas de la URSS después de la firma del Pacto de Varsovia.  

En el museo hay una exposición permanente que encierra todas las etapas de la historia checa. Las colecciones permanentes cubren todos los campos de estudio desde la prehistoria. Los objetos que ahí se encuentran están divididos según distintos campos de investigación científica. Dentro se encuentran algunas disciplinas de estudio como la paleontología, zoología, arqueología, mineralogía, antropología, numismática, etc. La ambientación eclesiástica se debe a que el museo se formó por varias instituciones. Así como el Museo de Ciencias Naturales, el Museo Náprstek (dedicado a las culturas de Asia, África y América), el Museo Checo de Música, la Biblioteca del Museo Nacional y el Museo de Historia. 

Esta es la razón por la que es un museo muy completo y recorrerlo todo lleva muchas horas. Por eso hay que tomar en cuenta que la colección está dividida en diferentes edificios. Es un museo que vale la pena visitar siempre y cuando el tiempo que se tenga sea de algunos días porque es un museo grande.

Praga está repleta de huellas de una larga historia que va desde el Santo Imperio Romano hasta la actual democrática República Checa. Pasando por obstáculos como La monarquía de la dinastía de los Habsburgo, la primera república, el protectorado de Bohemia y Moravia, y la Checoslovaquia comunista. 

¿Qué ver en el Museo Nacional de Praga?

Edificado entre 1885 y 1891, es un museo generalista, es decir, un museo que reúne diversas disciplinas: desde zoología hasta antropología, pasando por geología o arqueología. En él destacan algunas colecciones permanentes, tales como prehistoria de Bohemia, Moravia y Eslovaquia; zoología; decoración y medallas de países europeos; paleontología, osteología y antropología y una exhibición mineralógica y litológica.

El principal motivo por el que, a pesar de ser un museo como la mayoría de los europeos, vale la pena ser admirado es su edificio. Su interior seducirá tu sentido de la vista y hará que el tiempo transcurrido allí sea un genuino deleite.

PRECIO– Adultos: 260CZK.
– Estudiantes, mayores de 60 y niños entre 6 y 15 años: 170CZK.
– Niños menores de 6 años: Entrada gratuita.
*Prague Card: entrada gratuita.
*Primer lunes de cada mes: entrada gratuita.
HORARIODe lunes a domingo: de 10:00 a 18:00 horas.
*Cerrado el primer martes de cada mes.

15. Museo del Comunismo

El régimen comunista que ha marcado a fuego a la ciudad de Praga en particular, y a la República Checa en general, durante gran parte del siglo XX (más precisamente desde 1948 hasta la Revolución de Terciopelo de 1989) está perfectamente plasmado en este museo magnífico.

Ciertamente, el Museo del Comunismo de Praga retrata como ningún otro la vida social y política durante la época más oscura del país a través de documentos originales, imágenes inéditas y documentales más que interesantes.

Es un museo sin muchas pretensiones, pero original y muy bien organizado. Si te apasiona la historia del siglo XX, sin duda esta es tu cita obligada en el centro urbano de la bella Praga. Eso sí, tienes que ir dispuesto a leer bastante (en castellano) para acceder a información de calidad sobre este período desolado de la vida de los praguenses.

PRECIO– Adultos: 290CZK.
– Mayores de 65 años: 270CZK.
– Estudiantes: 250CZK.
– Menores de 10 años: entrada gratuita.
HORARIO– Todos los días de 9:00 a 21:00 horas.
*Cerrado el 24 de diciembre.

¿Cómo llegar a Praga?

Praga es la capital de la República Checa que dentro de su territorio alberga más de mil torres, de hecho, antiguamente se le llamó “La Ciudad de las Cien Torres” o “La Ciudad Dorada”. Se caracteriza por sus antiguas historias llenas de magia y fantasía. Tiene en sus muros el sello de la arquitectura medieval que atesora siglos de historia, mito y realidad. La cantidad de paisajes y monumentos históricos, hacen que Praga sea un motivo por el que la gente quiera saber cómo llegar a Praga.

Si tú también quieres saber cómo llegar a Praga, toma nota de todas las formas que hay. Son muchos atractivos los que distinguen a esta singular ciudad que son el principal motivo por el que millones de viajeros pasean a diario por sus calles.

Viajar en avión

En la República Checa, el Aeropuerto Ruzyne de Praga (PRG) o el Aeropuerto Internacional de Praga (Václav Haveles) es el principal puerto aéreo del país. Éste se encuentra aproximadamente a unos 17 kilómetros al norte de la ciudad y cuenta con tres terminales. Muchos turistas consideran el avión como la mejor forma de llegar a Praga. El Aeropuerto está separado en dos secciones, en la antigua y la nueva. En la parte antigua funcionan los vuelos privados (T3), y en la parte nueva (T1 y T2) funcionan los demás vuelos. Por otro lado, en la T1 los vuelos internacionales y en la T2 los vuelos domésticos (UE).

Viajar en tren

Los trayectos en tren son convenientes cuando se va a realizar un viaje por el centro de Europa. Como por ejemplo desde Ámsterdam, Budapest, Múnich, Bratislava o Viena. Esta es una segunda opción para viajar, muy recurrida por los viajeros. En el centro de Praga hay dos estaciones internacionales de tren grandes y dos estaciones nacionales pequeñas. 

Viajar en autobús

Esta es una opción si te desagradan los aviones o no te puedes permitir el precio del tren. Es la alternativa más barata que hay comparada con los aviones y tren. La estación central de los autobuses es ÚAN, y cuenta con conexiones nacionales e internacionales.

Viajar en coche

Si lo que más te gusta es conducir, apreciar los paisajes y pueblos aledaños, esta opción es la mejor porque se cuenta con libertad en los horarios y en la organización de las rutas de interés. 

¿Cómo llegar al centro de Praga desde el aeropuerto?

Así como puede suceder en otras ciudades como https://www.guruwalk.com/blog/que-ver-barcelona-lugares-imprescindibles/, Madrid o Valencia, Praga no cuenta con metro para conectar el aeropuerto con el centro de la ciudad.

En taxi

Una de las mejores alternativas de cómo llegar al centro de Praga desde el aeropuerto es cogiendo un taxi. Eso sí, hay que tomar en cuenta que es la forma más cara para desplazarse por la ciudad. 

En autobús

El autobús de la línea 119 sale de las terminales 1 y 2. El trayecto tiene una duración de 20 minutos hasta la parada del metro Nádraží. Por otro lado, el bus de la línea 100 sale de las terminales 1 y 2 hasta la parada de metro Zličín. Este recorrido también dura 20 minutos. Otra buena buena opción para llegar al centro de Praga es el Airport Express, que llega a la Estación Central con duración del trayecto de 35 minutos. Para en las estaciones de Naměsti Republiky y Masarykovo Nádraží.

Los autobuses 179 y 225 cuentan con recorridos de 45 minutos y finalmente está la opción de coger el autobús 510 nocturno. Se recomienda viajar con equipaje pequeño porque hay que pagar extra si el equipaje es grande.

Mapa con los lugares imprescindibles que ver en Praga

Te facilitamos las ubicaciones de los lugares imprescindibles que ver con un mapa de Praga. De esta forma, podrás hacer tu propio recorrido a medida en función de los puntos de interés que quieras visitar.

En síntesis, recorre estos lugares imprescindibles de la mano de un guía local que te muestre sus detalles y te cuente esos misterios y curiosidades que no figuran en ninguna guía turística. Por ello, no pierdas un minuto y reserva ya tu free walking tour en Praga.

Estos son los lugares imprescindibles que ver y visitar de Praga, según nuestro guías locales. Lo sabemos… Hay edificios, monumentos, museos, iglesias, calles y mil cosas más que no se han nombrado que también merece la pena, pero es lo que tienen las listas cerradas, que no entra todo. Si te animas a completar la información, puedes dejar un comentario con lo que tu consideras que deberíamos incluir en cualquier guía de la capital de la República Checa que seguro aportará mucha información a otros viajeros.


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