Jan 29, 2022

Viena se encuentra entre el río Danubio y los Alpes, y forma parte de Europa Central. La ciudad es admirada por su pasado imperial, su arquitectura y su música clásica. Además, cuenta con edificios magníficos, parques, bares, cafeterías, galerías, mercadillos y tiendas que visitar. Se suele reconocer como una de las ciudades más elegantes y bonitas de Europa.

Viena tiene una gran riqueza debido a la gran cantidad de lugares turísticos que tiene. Por eso es parada imprescindible para cualquier viajero. Dentro de sus paradas obligatorias se encuentra el pasear por el Ringstrasse, la Av. semicircular que rodea el núcleo antiguo. Es tan importante porque reúne obras arquitectónicas de gran valor histórico.

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¿Qué ver en Viena en 1 o 3 días (una escadapa de fin de semana)?

A lo largo de la Ringstrasse hay que observar sus edificios emblemáticos, algunos de ellos son públicos y otros son privados. Fue la realeza quien dio valor a todas las edificaciones de esta calle, con sus distinguidos palacios, grandes y majestuosos. El estilo de la mayoría de sus construcciones es conocido como Ringstraßenstil, una forma que nació durante la monarquía danubiana.

Algunas de las joyas arquitectónicas que se pueden ver al caminar por esta calle son, el Parlamento y el Teatro Nacional, conocido como Burgtheater. Así como el Rathaus, que es el Ayuntamiento, o la famosa Staatsoper que es conocida como la Ópera de Viena. Sin olvidar, la Bolsa y la Iglesia Votiva, entre muchas más.

1. Museo de Historia del Arte de Viena

El Museo de Historia del Arte (Kunsthistorisches Museum), es uno de los museos que hay que ver en Viena. Se construyó en 1891 cerca del Palacio Imperial con la finalidad de guardar sus colecciones, además de la colección más grande del mundo de Bruegel. En el Museo se exponen las obras de arte de la familia Habsburgo reunidas a lo largo de los siglos. Antes de su construcción las obras se guardaban en los palacios Hofburg y el Belvedere.

Durante la construcción de la avenida Ringstrasse, se hicieron dos edificios iguales, uno para meter las Colecciones Imperiales de arte y el otro para ser el Museo de Historia Natural. A diferencia de otros museos que se han establecido en lugares o Palacios históricos, el edificio del Museo de Historia del Arte fue ideado como tal y sus salas fueron construidas en función del contenido que se alberga en ellas y decoradas acorde.

En la pinacoteca se alojan muchas obras principales de la historia del arte occidental como la “Madona en el Campo”, los cuadros de las infantas de Velázquez, el “Arte Pictórico” de Vermeer y obras importantes de Tiziano, Rubens, Durero, Rembrandt y Tintoretto.

Por otro lado, la colección de arte oriental y egipcio, y de antigüedades que alberga el museo gusta mucho por sus tesoros pertenecientes a culturas misteriosas de épocas pasadas.

En la planta baja del museo se pueden visitar las exposiciones dedicadas a las antigüedades romanas, orientales, griegas y de Egipto. Dentro de las salas contiguas se exponen esculturas, momias y objetos que usaban en el culto a los muertos. Así como elementos decorativos de hace más de cuatro mil años, como son las columnas de piedra creadas en una sola pieza.

Top lugares imprescindibles que visitar en Viena

En la primera planta hay exclusivamente pinturas, obras del siglo XV hasta el siglo XIX, en orden geográfico. A un lado del edificio se muestran la pintura alemana, flamenca y neerlandesa y en el otro lado obras de pintores españoles, italianos y franceses. En estas exposiciones se muestran pinturas de varios artistas como Rembrandt, Rubens, Velázquez, Tiziano, Rafael y Canaletto, entre otros.

En la segunda planta está el Gabinete Numismático en donde se conserva la colección de monedas y medallas del mundo, mostrando más de setecientos mil objetos. A través de esta especial exposición podemos ver cómo fue la evolución de la moneda, así como también ver la moneda de oro más pequeña y la más grande del mundo.

Cabe destacar la importancia de una de sus salas en especial, la cual muestra una colección que representa una de las Cámaras de Arte más importantes del mundo, la Cámara de Arte del Emperador Rodolfo II. Ahí se exhiben objetos de épocas de la edad media, del barroco y del renacimiento

El Museo de Historia del Arte de Viena acoge cada año a más de un millón de personas por la diversidad de su contenido. En la entrada entregan un audioguía en el que únicamente explica los objetos más importantes del museo, haciendo la visita de lo más amena y ligera. 

2. Catedral de San Esteban de Viena (Stephansdom)

La Catedral de Viena o Catedral de San Esteban de Viena es también conocida como Stephansdom. Esta Catedral ocupa un lugar muy imperante en la ciudad de Austria. Además, es el lugar donde los turistas suelen iniciar su recorrido para conocer con calma y tranquilidad la oferta turística que nos ofrece la ciudad, ya que la Catedral se encuentra situada en el centro de la ciudad y llegar a cualquier parte de la misma es muy sencillo.

La Catedral de Viena fue construída encima de las ruinas de una iglesia románica en el año 1147 y dedicada a San Esteban. Se trata de la representación religiosa más importante de Viena. Es fascinante por su belleza artística plasmada en su construcción, además de por sus esculturas, sus pinturas y la orfebrería que atesora. Todo esto aunado a los muchos secretos que albergan sus rincones. 

Estilo y arquitectura

La construcción de la Catedral inició en el siglo XIV y destaca por sus tejados de colores, sus dos torres y la gran aguja en su exterior. Además de sus tres naves en su interior y la infinidad de capillas en los laterales.

Su particular arquitectura la hace ser uno de los monumentos más interesantes de Viena. Cuenta con 137 metros de altura y es de estilo gótico. Tiene una enorme torre en forma de aguja que se puede ver desde diferentes puntos de la ciudad. La escalera de caracol que hay en su interior permite a los visitantes llegar a la cúspide y de esta manera tener unas preciosas vista panorámicas. En la construcción hay un gran tejado de azulejos compuesto por 250 mil piezas.

El museo de la Catedral contiene tallas rusticas de los siglos XVI y XVIIpinturas religiosas del siglo XVIII y tallas medievales representando a la Virgen con el Niño y el Tesoro, considerado lo más importante del museo.

En el interior de la Catedral se pueden ver distintos estilos arquitectónicos de diferentes  épocas. Las capillas laterales, la nave central y el coro son de estilo gótico, mientras algunos de sus edificios laterales se reconstruyeron con estilo barroco. Por dentro hay bóvedas en donde están los restos de varios miembros de la familia Habsburgo. También en este recinto se llevó a cabo la boda y el funeral de Mozart. 

Las partes más sobresalientes y emblemáticas de la catedral de Stephansdom, son El Púlpito de Pilgram (púlpito gótico espectacularmente tallado con mucha exactitud), la imagen de Cristo Crucificado (que la leyenda dice que tiene una barba de pelo humano que sigue creciendo), las Catacumbas (aquí se encuentran los restos de más de diez mil ciudadanos vieneses) y la Campana Pummerin (se encuentra en la torre norte, reconstruida después del incendio de 1945) . 

Las Torres de los Paganos están ubicadas en la parte principal de la Catedral enmarcando la Puerta de los Gigantes. La gran aguja gótica se encuentra sobre el crucero del templo y en la parte derecha existe una entrada llamada Puerta de los Cantores, la cual no podían usar las mujeres. El escenario es único y se han celebrado ceremonias fastuosas de la historia de Austria.

3. Ópera Estatal de Viena

La Ópera Estatal de Viena es una de los edificios importantes y representativos de ópera en en el mundo. Su nombre fue Teatro de la Ópera de la Corte Imperial y Real de Viena hasta 1920 que fue cambiado al actual. Es el lugar más importante de la vida musical de Viena, un atractivo sustancial del mundo musical. El Teatro de la Ópera de Viena conocido como la Staatsoper, fue el primer edificio de Ringstrasse en haberse terminado.

El edificio tiene una arquitectura renacentista, por tal motivo los vieneses no estaban orgullosos de la construcción. Por tal motivo el arquitecto del edificio, decepcionado del resultado y de la presión de los ciudadanos, se quitó la vida. El siguiente arquitecto contratado no aguantó tampoco la presión y murió de un infarto. Finalmente la Ópera Estatal de Viena fue inaugurada con la presentación de un musical de Mozart en 1869. Su decoración interior destaca por haber sido realizada por varios artistas al mismo tiempo. El pintor Moritz von Schwind fue quien realizó los frescos situados en el foyer y la terraza.

Una bomba causó graves daños a la construcción del edificio de la ópera en 1945. Por lo que los ciudadanos se sintieron agredidos y después de diez años la ópera abrió sus puertas nuevamente con los daños ya reparados y con la tecnología más avanzada. 

Las visitas al recinto únicamente se pueden hacer integrándose a alguna de las visitas guiadas que se organizan en grupos y que son en distintos idiomas. A lo largo del recorrido se ve el hall de entrada en donde habrá que subir por la escalera principal para llegar al auditorio con capacidad para 2.800 personas. Todos suponen que las entradas a la ópera son muy caras e inalcanzables, sin embargo hay entradas para disfrutar de cualquier evento y son extremadamente baratas. Eso sí, no cuentan con asientos y la cola para adquirirlas es muy larga.

La Ópera de Viena es reconocida mundialmente ya que no se puede visitar la ciudad sin ir al menos una vez. Además, la organización y las visitas guiadas son sumamente interesantes, son contadas en el idioma que se necesite y muy económicas. Por lo que no hay excusas para visitar la Ópera si se hace turismo por la ciudad. 

Es recomendable ver las entradas en su web oficial, ya que en muchas ocasiones cuentan con entradas combinadas para ver tanto el Museo de la Ópera como la Ópera de Viena.

4. Parlamento de Austria

El edificio del Parlamento de Austria en Viena, está ubicado en el Bulevar Ringstrasse dentro del primer distrito Innere Stadt, muy cerca del Palacio de Justicia. También colinda con el Palacio Epstein que es uno de los tantos palacios más significativos de la Ringstrasse. En este órgano político es en donde se llevan a cabo las sesiones del Parlamento. 

Es uno de los edificios más relevantes del historicismo, su arquitecto fue Theophil Hansen y se basó en el estilo de la antigua Grecia por eso su arquitectura se considera renacentista y griega. Fue él quien seleccionó este estilo haciendo honor al pueblo heleno, que fue el primero en anteponer los principios de la legalidad y la libertad antes que todo.

El Parlamento fue inaugurado en 1883. Fue durante esa época y hasta 1918 donde ahí mismo se reunían los diputados de los reinos y países representados en el imperio por la parte austriaca de la monarquía, que iba de Galicia (Ucrania o Polonia), a Dalmacia (costa adriática de Croacia). Durante la Segunda Guerra Mundial medio edificio del Parlamento quedó destruído y hasta 1956 se reconstruyó con el aspecto original que tenía.

Hoy en día el Parlamento acoge el Consejo Federal y el Consejo Nacional. La sala de reuniones que se encuentra junto al pórtico, es una construcción que está inspirada en un teatro de la antigüedad y solamente se usa en ocasiones especiales. 

El interior del Parlamento de Austria

Dos salas componen al Parlamento, la sede del Consejo Federal (Bundesrat) y la sede del Consejo Nacional (Nationalrat) que se encuentran unidas por un pórtico central. Se accede por medio de visitas guiadas para conocer su interior. Son llevadas a cabo en distintos idiomas, por medio de los cuales es posible conocer el Salón de los Pilares que está integrado por 24 pilares corintios y la Cámara de la Asamblea Federal. La superficie del edificio abarca casi 14 000 m² y tiene 1600 salas con 920 ventanas. El consumo de energía que requiere es casi igual al que necesitan cuatro viviendas familiares durante un año.

Para su edificación se usaron materiales traídos de todos los territorios que componían la corona. Enfrente de la entrada principal del parlamento se puede observar la Fuente del Palacio de Atenas, que representa la sabiduría del Estado. Actualmente el Parlamento se encuentra en remodelación hasta fecha prevista de 2021. Sus empleados y diputados trabajarán hasta nuevo aviso en el Palacio Imperial de Viena además de hacerlo en pabellones provisionales instalados en el patio de la biblioteca del Palacio Imperial y el Heldenplatz. 

5. Museo de Carruajes Imperiales de Viena

Viena cuenta con más de 100 museos con diversidad de contenidos. El Museo de los Carruajes Imperiales de Viena se encuentra ubicado en el Schlosspark del Palacio de Schönbrunn y muestra carruajes y preciosos vestidos usados por los Habsburgo. Además, tiene una de las mejores colecciones de coches históricos del mundo. Tiene más de 170 coches entre los que hay algunos carruajes, trineos, sillas y otros más pertenecientes a algunos personajes históricos. El “Sendero de Sisi”, la emperatriz Isabel, se encuentra ubicado en este lugar.

Por medio de la imaginación los visitantes recorren en carruaje la historia de Austria, conociendo algunas interesantes vidas de históricas figuras a las que pertenecieron los vehículos. Alguna de sus piezas más interesantes del Museo de Carruajes son el auto fúnebre de la corte vienesa, el pequeño coche de niños del hijo de Napoleón, La carroza de la emperatriz Sisi o un coche imperial de 1914. 

El Museo de Carruajes Imperiales tiene algunas piezas muy interesantes, vehículos testigos de la vida de la realeza, restos conservados de una gran flota de coches de más de 600 vehículos que pertenecen al Palacio Vienés. En este museo se puede admirar la interpretación de los carruajes de la familia imperial. Uno de los coches más importantes es el que fue construido entre 1735 y 1740 para el emperador Carlos VI. Otro muy interesante es el carruaje negro fúnebre usado para llevar, entre otros, a la emperatriz Isabel en 1898, al emperador Francisco José en 1916 y a la emperatriz Zita en 1989. 

En su exposición permanente se muestra la vida en paralelo de la emperatriz Isabel y la princesa Diana de Gales. Las dos fueron muy queridas por su pueblo, infelices en sus relaciones, vivieron bajo la mira del mundo, y ambas tuvieron una desafortunada muerte violenta. 

La vida de la emperatriz Isabel llevada a cabo entre lujosos vestidos, utensilios de equitación y carruajes se muestra a través de efectos especiales insólitos hasta la fecha. Se podrán recorrer las etapas de su vertiginosa vida gracias a los vídeos narrativos que lanzarán luz sobre los parecidos que compartieron Sisi y Lady Di, llamada “Reina de Corazones” del siglo XX. 

Los coches de alta velocidad de los Habsburgo se encontrarán ahí, el más actual es el coche de carreras que perteneció a Fernando de Habsburgo (el hijo de Carlos y Francisca de Habsburgo).

6. Palacio Schönbrunn

El Palacio de Schönbrunn (obra maestra del barroco) y también conocido como el Versalles vienés. Fue construido en el siglo XVII, y servía como residencia de verano de los emperadores de Viena. Actualmente es una de las principales atracciones de la ciudad. 

Hay que tomar en cuenta que a este recinto se accede únicamente con visita guiada. Un pasado repleto de ceremonias de la corte, banquetes, lentejuelas, encajes y cacerías es mostrado con magia y entusiasmo. Este Palacio ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1996. 

El Palacio de Schönbrunn no siempre tuvo el mismo aspecto, en la Edad Media en este mismo lugar había una finca con unos viñedos, una granja y un molino, todo formaba parte de la Abadía de Klosterneuburg. En 1569 el lugar pasó a manos de Maximiliano II, su principal objetivo fue destinarlo a la cría de aves. Después de algunos años el auge de la cacería no fue tan bueno. 

Por lo que en el siglo XVII el emperador Matías llamó al lugar “Schöner Brunnen”, lo que sería en español Primavera Justa. Al paso del tiempo los sucesores de Matías celebraron fiestas y el eje principal seguía siendo la caza. En 1683 el Palacio fue destruido por los otomanos y tras ganar la batalla de dos días Leopoldo I retomó el objetivo y ordenó la construcción de un nuevo pabellón de caza.

El castillo tiene 1441 habitaciones, aunque sólo 45 están abiertas para visitas. En 1830 nació en el Palacio el emperador Francisco José. El castillo está rodeado por un parque el cual los turistas pueden visitar. Se puede recorrer la glorieta, el obelisco y las ruinas romanas falsas. Así como varias fuentes, estatuas, árboles, flores y monumentos. Hay que tomar en cuenta que el parque del Palacio de Schönbrunn se puede visitar gratuitamente durante todo el año. 

El recorrido al interior del Palacio se va narrando a detalle por la audioguía, la cual es recomendable utilizar. En ella se cuenta a detalle los sucesos más importantes que tuvieron lugar en esa época en la que la corte disfrutó al máximo de su esplendor. El diseño de las habitaciones decoradas con estilo rococó y lujosas, los salones oficiales y varios lugares más. Sin embargo las habitaciones de Francisco José y la emperatriz Isabel eran sencillas.

Los espacios más llamativos del Palacio son: la Gran Galería, que se usaba para hacer los banquetes imperiales, el Salón Chino Circular el cual se usaba para las conversaciones privadas de María Teresa con su canciller, el Salón del Desayuno que era destinado para tomar la primera comida del día o el Salón Chino Azul, el cual vio renunciar a Carlos I en 1918, dando fin a la monarquía. 

7. Prater de Viena

El Wiener Prater de Viena, mejor conocido simplemente como Prater, es un espacio que cuenta con el parque de atracciones más antiguo del mundo. Es un lugar de recreo, el cual era antiguamente utilizado como coto de caza por el año 1766 y a partir de 1895 se abrió al público. 

Si se tiene la suerte de contar con buen tiempo mientras se visita la ciudad es imprescindible una visita al Prater. Su historia y encanto sorprenden a todos los turistas que deciden acercarse al recinto. Además, su noria gigante es de admirar, ya que actualmente cuenta con una bastante antigua, de 60 metros de altura.

Una de las ventajas de entrar al Prater es que su acceso es gratuito, por lo que si se toma la decisión de acudir, el plan que no creará un desequilibrio en la economía del viaje. Ya que además, hay varios puestos de comida callejera donde se puede comer o cenar con si se cuenta con un presupuesto ajustado. 

Pero si en cambio, el presupuesto no es importante durante el viaje a Viena, lo más recomendable si se acude a Prater, es disfrutar de una cena a la luz de las velas dentro de su famosa noria. No es barato pero es un plan que merece mucho la pena, sobre todo si se está celebrando alguna ocasión especial. 

La noria

La famosa noria gigante de Prater en Viena se inauguró en el año 1897, y desde su construcción, se convirtió en uno de los emblemas que representan a la ciudad. Actualmente es orgullo nacional, ya que se ha logrado mantener en pie incluso habiendo sufrido tanto guerras como catástrofes naturales. De hecho, fue testigo de la Primera Guerra Mundial, y es por eso que un par de años estuvo inactiva. 

En 1945, durante la última parte de la Segunda Guerra Mundial, la noria sufrió parte de los bombardeos a la ciudad. Aunque fue reconstruida rápidamente, solo se pudieron colocar 15 de las 30 cabinas con las que contaba la noria en su origen.

De hecho, en la actualidad, el resto de cabinas, que no pudieron ser recolocadas en la época, se encuentran a modo de exposición en la parte de abajo de la noria. Dentro de cada cabina se puede revivir el pasado. Por lo que su visita se vuelve nuevamente en otro imprescindible de la ciudad de Viena. Además, dentro se puede rememorar el Imperio Romano, las guerras contras los turcos, la Edad Media, la Exposición Mundial de Viena, e incluso las guerras mundiales. 

8. Hundertwasserhaus, casas de colores en Viena

Hundertwasser Haus es un grupo residencial hecho por Friedensreich Hundertwasser entre 1983 y 1986, artista austriaco que atrae la visita de gente de todo el mundo por su originalidad en el diseño. En total son 50 viviendas públicas de tipo apartamentos o pisos y cuatro locales comerciales, 16 terrazas individuales más 3 terrazas ajardinadas comunitarias dan color al distrito.

Todos estos espacios rompen en su totalidad con la arquitectura convencional. Son edificios asimétricos y coloridos, los suelos no son rectos y son ondulados. En el interior de las habitaciones crecen árboles y sus ramas salen por las ventanas. 

Hundertwasser Haus es parte del patrimonio cultural austriaco, dando un giro a lo clásico y convencional. En su exterior se puede observar una arquitectura distinta, con las paredes de colores, y singulares formas, muestran un mágico lugar lleno de fantasía. Este conjunto residencial, únicamente se puede apreciar desde afuera ya que es imposible ver el interior de las casas. Lo más recomendable es tomar un crucero por el Danubio para disfrutar de una panorámica vista de Hundertwasserhaus y recrearse con las fachadas de los edificios.

Cada espacio de la fachada que corresponde a un apartamento, es de material, color, textura y forma diferente. Inclusive el diseño de los balcones y las ventanas son diferentes en cada piso. Es interesante observar cómo el edificio se adapta a los edificios de junto los cuales se tocan entre sí. Sin embargo al caminar hacia la esquina el Hundertwasser se deforma por completo.

Junto a los edificios se ha construido un centro comercial hecho con el mismo estilo conocido como Hundertwasser Village sumando el Museo Hundertwasser en donde están las obras del artista en cuestión. Una característica especial en el diseño del edificio es la vegetación. Cada terraza ajardinada parece un bosque pequeño particular, esta vegetación cubre parte del edificio y le da un colorido natural que cambia según cada estación del año. Hay árboles que desde adentro llegan a atravesar la fachada.

Este detalle de vegetación pretende transmitir un mensaje ecologista. La misma ciudad ha hecho desaparecer los espacios en donde crecían los árboles y de esta manera el respeto a la naturaleza intenta recuperar estos espacios, tratando de ayudar a purificar el aire al mismo tiempo que se disfruta del natural medio ambiente.

En la fachada del Hundertwasser se pueden observar diferentes figuras de bolos y de leones. El pavimento de la calle que coincide con el conjunto residencial no es liso, es ondulado representando las irregularidades del suelo de los bosques. 

9. Avenida Ringstrasse, uno de los lugares imprescindibles que ver en Viena

La avenida más importante de la ciudad de Viena es Ringstrasse o Ring de Viena, que cuenta con 5,3 kilómetros de largo. En este lugar es donde se encontraba la antigua muralla. Sin embargo, ahora lo que tenemos son los edificios más famosos de la localidad. Esta avenida es circular, lo que hace que rodee el centro de Viena dividiendo los barrios Stephansdom y Hofburg de los demás. La avenida alberga varias obras arquitectónicas importantes de la ciudad.

Desde el siglo XIII Viena estuvo protegida por una gran muralla hasta que en el año 1850 la ciudad creció mucho teniendo que establecer barrios en el exterior de la muralla. En 1857 la misma necesidad de agrandar los espacios hizo que se fuera derribando la muralla, dándole más espacio a la ciudad, sustituyendo dicha muralla por el bulevar Ringstrasse. Avenida de prestigio en la que se han construido varios edificios entre los cuales se encuentran el Palacio Real Hofburg, la Bolsa, el Ayuntamiento, el Museo de Historia Natural, el Parlamento, el Museo de Historia del Arte, la Universidad, el Burgtheater, la Iglesia Votiva y muchos más, que forman en todo su conjunto la antigua monarquía del Danubio.

El emperador Francisco José en 1857 dio la orden de que se construyera la avenida Ringstrasse, razón por la que los miembros de las clases más altas de Viena y los aristócratas se dieron prisa en construir palacios a lo largo del bulevar. Varias de las residencias construidas hoy todavía se pueden admirar, apreciando el estilo único de la Ringstrasse (expresión inventada durante el Historicismo) que se describe por un pluralismo de estilos, imitando muchas de las formas arquitectónicas de épocas pasadas.

Grandes maestros de la arquitectura, tales como Karl Freiherr von Hasenauer, Friedrich von Schmidt, Theophil von Hansen, Heinrich von Ferstel o Gottfried Semper le dieron un toque especial a la avenida Ringstrasse. Los edificios que en la avenida se hicieron desde la Ópera Nacional hasta el Museo de Historia del Arte son parte de los monumentos turísticos más emblemáticos de Viena.

La avenida Ringstrasse no es únicamente una calle, está hecha por distintos tramos que incluyen la palabra anillo (ring) en sus nombres, Parkring, Schottenring, Opernring, Stubenring, Dr. Karl-Renner-Ring, Dr. Karl-Lueger-Ring, Schubertring, Burgring y Kärntner Ring. El recorrido se puede hacer a pie o en tranvía, es aquí en donde se encuentran la mayoría de los atractivos y puntos más importantes turísticos de Viena. 

10. Palacio de Hofburg

El Palacio de Hofburg en Viena fue el lugar de residencia de los Habsburgo durante más de 600 años, así como de los emperadores de Austria-Hungría y Austria. Actualmente es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Viena y ningún visitante se debe perder. Lo más recomendable es hacer la visita guiada en nuestro idioma, para hacer del recorrido uno memorable, con detalles y observaciones interesantes. 

Se trata de un conjunto arquitectónico que incluye tanto los aposentos como una iglesia, dos capillas, la Escuela de Equitación de Invierno, el Museo de Etnología de Viena, la Biblioteca Nacional Austriaca, varios museos, y las oficinas del presidente del país. 

El palacio tiene alrededor de 2.600 estancias. Sin embargo, la parte más visitada del Palacio de Hofburg es la de los Kaiserappartements, también conocidos como Apartamentos Imperiales la Platería de la Corte y el Museo de Sisi. Ahí se puede hacer un recorrido en donde se visitan alrededor de 18  espacios que forman parte de los aposentos de la familia Habsburgo. Además, se visitan las estancias oficiales y las privadas.

Una de las características más importantes de los Kaiserappartementses que se conservan en perfecto estado. Por lo que se puede apreciar perfectamente cómo vivía la monarquía. Además, el mobiliario y la decoración no dejan a nadie indiferente.

Otro imprescindible dentro de la visita al Palacio de Hofburg es la Schatzkammer, en español, la Cámara del Tesoro. Se trata de 21 salas llenas de tesoros, algunos sagrados y algunos seculares. Se trata de piezas que guardó la familia real por siglos. Se pueden ver desde las joyas de la corona, hasta los tesoros de María de Borgoña, o las insignias del  Sacro Imperio Romano Germánico. Así como el cuadro del emperador Maximiliano. 

En la Platería de la Corte se pueden ver todos los objetos de la platería que pertenecieron a los Habsburgo, y que actualmente pertenecen a la República de Austria. Ahí hay desde lujosas cristalerías, hasta objetos de porcelana y plata. Además se pueden ver manteles y utensilios de cocina de la época.

El Museo de Sisi cuenta con seis salas que cuentan al detalle la vida de la emperatriz. Se pueden escuchar relatos de su vida, cómo demostraba su rebeldía, su extrema delgadez y su gran obsesión por la belleza. En el Museo se ven objetos personales, vestidos, retratos y todo tipo de objetos que pertenecieron a Sisi.

El Palacio de Hofburg cuenta con más de un estilo, pasa del gótico al historicismo. Los doce edificios que lo componen tienen estilos distintos. Por eso merece tanto la pena hacer un recorrido completo y dedicar un día a disfrutar de la visita. Lo catalogamos como uno de los lugares imprescindibles que ver y visitar en Viena.

11. Iglesia de San Carlos Borromeo

Con la epidemia que hubo en 1713, el emperador Carlos VI le prometió a su pueblo que cuando la ciudad fuera libre de la enfermedad iba a construir un templo dedicado a San Carlos Borromeo quien fuera Arzobispo de Milán y patrono de la familia imperial de los Habsburgo y de la lucha en contra de la peste. Así se edificó la Iglesia de San Carlos Borromeo. Su construcción fue muy lenta y se finalizó 25 años más tarde. Esta obra se pudo llevar a cabo por los fondos aportados forzosamente por parte de todos los judíos de Viena.

Una parte que llama mucho la atención al observar la iglesia son las dos columnas que hay en su exterior, que están inspiradas en las columnas del Trajano de Roma, con la decoración en espiral representando escenas de la vida de San Carlos Borromeo. Predomina su entrada, la cual es donde mejor se aprecia la gran cúpula y los dos pabellones laterales que muestran la influencia del barroco romano y la decoración oriental

Esta iglesia es una de las más importantes de Viena. Fue la última de las obras del arquitecto barroco Johann Bernhard Fischer von Erlach, quién murió durante su construcción. Por lo que su hijo Joseph Emanuel Fischer von Erlach fue quien la terminó en el año 1739. 

Esta iglesia está ubicada en la localidad de Kreuzherrengasse. El diseño de Fischer von Erlach en el altar mayor, brilla con todo su esplendor en los trabajos de restauración realizados. El impactante trabajo realizado en los frescos de 1250 metros cuadrados de la cúpula del pintor Johannes Michael Rottmayr muestran la gloria de San Carlos Borromeo. Existe un ascensor con vistas panorámicas que lleva a los visitantes a una altura de 32,5 metros. Desde ahí se pueden admirar los frescos muy de cerca.

No hay palabras que puedan describir los maravillosos y únicos conciertos eclesiásticos que son celebrados en la Iglesia de San Carlos con frecuencia. El Réquiem de Mozart o las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Además en la época de adviento es imprescindible asistir a los cánticos del góspel que guardan al edificio sacro. 

¿Cómo llegar a Viena?

Llegar a Viena es realmente fácil, cuenta con tres formas para llegar, el tren, el avión y el coche. Gracias a la importancia que tiene como capital dentro de Austria, esta ciudad se encuentra muy bien comunicada con el resto de Europa

Viajar en tren

El tren es una muy buena opción para todos los viajeros que se encuentran recorriendo Europa, ya que la estación está situada en el centro de la ciudad y de ahí es muy fácil moverse. El tren sale desde París, Venecia, Budapest y Praga. Habiendo llegado a Viena, el tren es una excelente opción para poder visitar otras ciudades austriacas como Bratislava o Salzburgo.

Si se desea llegar en tren desde España lo más recomendable es llegar primero a París desde Madrid o desde https://www.guruwalk.com/blog/que-ver-barcelona-lugares-imprescindibles/. Aunque en cualquiera de las dos ciudades se puede coger el tren hacia Viena. Para que el recorrido no se haga largo y tedioso, es mejor hacer conexión. Se pueden mirar los horarios online y hacer las reservas sin ningún problema.

Viajar en avión a Viena

La gran cantidad de visitantes que viajan a Viena cada año aumenta cada vez considerablemente, sobre todo desde España. Con seguridad, buscando con tiempo y reservando con antelación siempre es posible encontrar vuelos desde Barcelona por alrededor de 60 euros

La gran ventaja que hay en la actualidad son las aerolíneas de bajo coste que vuelan a desde España a Viena saliendo desde Palma de Mallorca, Málaga, Alicante y Girona, casi todas ellas con escala. Aunque existen también aerolíneas que vuelan de manera directa desde Barcelona y Madrid

Para encontrar los mejores precios, siempre es recomendable buscar y reservar con antelación en los buscadores de vuelos. Es la manera de asegurar encontrar vuelos baratos a Viena. Cuando tenemos se tiene una buena organización y planeación de un viaje, los resultados son siempre mucho mejores. Ya teniendo la reserva del vuelo, lo que sigue es buscar la mejor manera para llegar desde el aeropuerto al centro de la ciudad.

El mejor medio de transporte para ir del aeropuerto de Viena hacia el centro de la ciudad es en el autobús. En concreto la línea VAL 2 que se encuentra a unos cuantos metros a pie de Stephansplatz. El Aeropuerto Internacional de Viena – Shwechat (VIE) es el aeropuerto más importante de Austria y se encuentra a 18 kilómetros de la ciudad. Tiene excelente infraestructura pero no tiene conexión con metro. Aunque se encuentra muy bien comunicado con la ciudad ya sea en tren o en autobús.

Viajar en coche

Siempre existirá la opción de ir en coche a Viena. Eso sí dependerá del lugar de origen y del tiempo se disponga para ello. Se debe tomar en cuenta sobre todo que el trayecto desde Madrid, por ejemplo, es de alrededor de 2.500 km y desde Barcelona de 1.800 km. 

Si finalmente se toma la decisión de emprender el viaje en coche, lo mejor es utilizar algún navegador como Google Maps para evitar perderse o tomar la ruta equivocada. Además, una ventaja de utilizar este tipo de navegadores es que se puede indicar si pasar por autovías de peaje o no. 

Viajar en autobús

Finalmente, se puede llegar a Viena en autobús desde ciudades cercanas. Ya que desde Madrid o Barcelona no hay ninguno que vaya directo. Además, el trayecto suele ser más lento que el resto de opciones.

Mapa con los lugares imprescindibles que ver y visitar en Viena

Para que puedas ubicar los lugares imprescindibles de la ciudad, aquí tienes un mapa de Viena. De esta forma, podrás crear tu propio recorrido en el que podrás incluir todos los puntos de interés que quieras ver y visitar para que vayas a tu aire y disfrutes en todo momento de la belleza de la capital austriaca.

Visitar Viena en Austria nos permite visitar y conocer parte de la historia de la capital imperial. La ciudad es considerada como una de las ciudades más bonitas de Europa Central y no puede faltar en cualquier recorrido por el continente

Es una ciudad limpia, segura y cuenta con muy buenos servicios. Viena encabeza casi cada año, la lista de las ciudades con mejor calidad de vida. Además, se pueden apreciar algunos de los palacios más impresionantes del mundo. La ciudad conserva mucha oferta cultural y artística, grandes edificios, museos, monumentos, palacios, iglesias y catedrales, y parques, entre otros.

Visitar Viena permite disfrutar de música, museos, historia, orquestas filarmónicas importantes del mundo, festivales de música, arte, palacios, arquitectura y cultura. Tiene muchos atractivos históricos, arquitectónicos, musicales y culturales. Es una ciudad en donde se pierde uno en el tiempo recorriendo sus emblemáticos lugares que transportan a una historia llena de verdad y misticismo sobre los emperadores y su millonaria y próspera vida.

Viena tiene una muy buena gastronomía. y cuenta con muchos restaurantes de renombre que ofrecen únicos y exquisitos platillos típicos de comida austríaca. Cuenta con clásicos bares, modernos cafés y algunos restaurantes vegetarianos. Además, ofrece una gran variedad culinaria. Viena es popular por su vino y su cerveza, dos muy buenas razones para no dejar a un lado la visita obligada a este maravilloso lugar de la Europa Central. 


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